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Vio pasar la vida ante sus ojos. Esto es lo que experimentó Sara Carbonero durante un vuelo Madrid-Oporto. La presentadora ha contado en su blog de ‘Elle’ cómo afrontó la que califica como la experiencia más «angustiosa» de toda su vida. Una travesía repleta de incidencias en la que las turbulencias hicieron que los pasajeros fueran víctimas del miedo. «Llegué a pensar que el avión realmente tenía algún problema o avería y que no querían decirnos nada por no sembrar el pánico. Pensé que en cualquier momento nos podíamos estrellar, que en casos así era una suerte estar incomunicado para no poder mandar mensajes a nuestros seres queridos poniéndoles el cuerpo del revés», ha contado Sara en su blog.
La influencer relata de forma detallada cómo vivió estos momentos de pánico, algo que se le hizo muy difícil a consecuencia de la tensión que existía en el avión. «Recé. Me atrevería a decir que en esos momentos el noventa por ciento de los pasajeros del avión también lo hizo. Aunque no creyeran en nada, daba igual», apunta Sara en una parte del texto.
Lucas y Martín, su gran preocupación
La que fuera presentadora de deportes ha querido contar a sus lectores cuál fue uno de los pensamientos que más le atormentaron en ese instante, un tema sobre el que ha reflexionado bastante con posterioridad. «Pensé en mi familia, en mis hijos y tuve miedo, mucho miedo. Un miedo irracional que antes de ser madre no conocía pero que en los últimos años me acompaña a menudo», ha escrito Sara Carbonero, y ha añadido: «¿Será entonces que ahora valoro más mi vida que cuando ellos no habían nacido? ¿Es que antes de ser madre era una inconsciente? Más bien creo que la maternidad viene con un montón de cosas maravillosas y con un buen puñado de miedos e inseguridades, como, por ejemplo, el miedo a no estar y que tus hijos te necesiten, a no verles crecer, a perderte algo de sus vidas».
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Sin lugar a dudas, este ha sido un episodio que quedará en el recuerdo de Sara. Algo que jamás olvidará y que volverá a su mente cada vez que coja un avión con motivo de sus constantes viajes.