Rocío Carrasco y Fidel dejan plantado a Ortega Cano el día de su boda
Este martes Ortega Cano y Ana María Aldón han contraído matrimonio en Zaragoza
Quedan poco más de 48 horas para que José Ortega Cano (64) y Ana María Aldón (41) celebren por todo lo alto su gran día. Lo harán junto a los suyos, junto a esos que siempre han permanecido a su lado desde el comienzo de su relación sentimental. Aunque este martes tenía lugar la firma de su unión civil en una notaría de Zaragoza y oficialmente ya son marido y mujer, este hecho no ha cambiado ni un ápice los planes que los novios tenían previstos para este domingo 30 de septiembre en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Tampoco los invitados que esperan que estén presentes en la finca gaditana El Maestre en una fecha tan especial. A pesar de que el diestro aseguró en la revista ‘Hola’ que Rocío Carrasco recibiría la invitación de su boda y prefirió dejarle a ella la decisión de acudir o no, según ha podido saber Look, Rocío y su esposo, Fidel Albiac, no asistirán al enlace del diestro. Una ausencia que no está relacionada con sus compromisos profesionales, pues este domingo no hay función del espectáculo ‘Punto de partida’ en el que ella es productora y en el que se homenajea a su madre, Rocío Jurado.
Sin embargo y a tenor de las palabras que el propio Ortega Cano pronunció hace unos meses, esta determinación por parte de Rocío no supondrá una sorpresa para el torero. «Aunque fue ella quien tomó la decisión, que yo respeto, de apartarse de todos, voy a invitarla a nuestra boda. Sé que a su madre le gustaría», dijo José cuando anunció su boda. Sí se espera en cambio, que asistan Rosa Benito, Gloria Mohedano y su marido, José Antonio Rodríguez, los hijos del torero, Gloria Camila y José Fernando así como los nietos de Rocío Jurado, Rocío Flores y su hermano David. Quiénes aún siguen siendo una incógnita para este día son Amador Mohedano, que en numerosas ocasiones se ha ausentado de actos relevantes y Antonio David Flores, que está viviendo su peor momento y, además, se encuentra en la cuenta atrás para conocer la fecha de su juicio por alzamiento de bienes.
Su relación pasó por días de gloria, pero terminó por dinamitarse
Aunque el fallecimiento de ‘La más grande’ en junio de 2006 supuso un antes y un después en el clan Jurado, el día que cambió la vida de Ortega Cano fue el que tuvo lugar su trágico accidente. Desde entonces, él no fue el mismo. Se debatió entre la vida y la muerte y durante su lucha, recibió el apoyo de sus seres más queridos. Entre ellos, se encontraba Rocío Carrasco, quien acudió en varias ocasiones al Hospital Virgen Macarena de Sevilla para apoyar al diestro. Demostró su preocupación por el que había sido marido de su progenitora durante una década, pero su vínculo se dinamitó a partir del año 2014. Fue precisamente ese año cuando Gloria Camila hizo pública la nula relación que existía entre ella, su hermano José Fernando y la propia Rocío. «¿Qué hermana? ¿Con la que llevo tres años sin hablar. Si no llama ni para felicitarme…», dijo Gloria a las puertas de la prisión en la que había ingresado su hermano. Unas duras palabras que evidenciaron que el vínculo fraternal estaba roto.
Dos años después parecieron acercar posturas Ortega Cano y Rocío. El nuevo sello de correos de Rocío Jurado les unió en el Teatro Real y ambos estuvieron presentes, sin embargo, un mes después Ortega Cano rompió su silencio sobre la actitud que la hija mayor de Rocío Jurado había tenido respecto a sus hermanos. «Despreciado no. Desde siempre fue muy indiferente con ellos. No pasa nada, cada uno vive su vida», dijo en ‘El programa de Ana Rosa’. Esta ocasión no fue la única en la que el torero no pudo reprimirse y, pese a que siempre ha tratado de permanecer ajeno a ciertas polémicas, sí se posicionó y lo hizo a favor de sus hijos. ¿El motivo? La esperada, pero inexistente apertura del museo de Rocío Jurado en Chipiona. En diciembre de 2017, el torero tomó partido y apoyó las palabras que siempre ha repetido su hija Gloria Camila, pues, según ella, el museo dependía única y exclusivamente de su hermana. «Su hija -refiriéndose a Rocío- debería dar el visto bueno, por su madre y por Chipiona, que siempre será su tierra».
Tras varios desencuentros y después de ausentarse en el que será el gran día de Ortega Cano, Rocío Carrasco da la razón al diestro cuando reveló que «entre ellos no existía feeling». En el fondo, esta ausencia de Rocío está más que justificada por la nula relación entre ella y el novio actualmente. De hecho, desde hace dos años no ha habido acercamiento por ninguna de las dos partes y Ortega Cano no ha tenido reparo alguno en posicionarse e incluso criticarla ante las cámaras.