Rocío Jurado muy presente en la vuelta a los ruedos de Ortega Cano
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Este sábado quedará grabado a fuego en la vida de José Ortega Cano. El diestro se ha enfundado su traje de luces de manera excepcional para decir adiós a los ruedos a sus 63 años, y aunque podría ser un día nostálgico, el torero ha afirmado encontrarse tranquilo y, sobre todo, feliz. Una emoción que se contagiaba al resto de asistentes a la plaza que gritaban al unísono «maestro».
Pero, ¿quién ha estado realmente presente en su mente? Una anécdota responde a esta cuestión. Y es que el diestro después de cortar la primera oreja, ha dedicado el brindis a la que fue el amor de su vida, Rocío Jurado. Según ha podido saber LOOK por testigos presenciales a la corrida, José se ha descalzado, quitado la montera y la ha levantado hacia el cielo diciendo: «Va por ti mi vida».
Pese a que el rostro de Ortega reflejaba sosiego, su esposa Ana María Aldón lucía un gesto de preocupación evidente y estaba muy emocionada.
El segundo toro de Ortega ha ofrecido más resistencia, pues hasta la tercera no ha logrado vencerlo. El diestro ha querido brindar este toro a su familia para acabar dando una vuelta al ruedo con su hijo pequeño acompañado de otro niño.
Expectación máxima a su llegada
Este medio ha podido saber que la expectación ante su llegada era máxima hasta tal punto que, se ha establecido un cordón de seguridad de cuatro policías que le escoltaban hasta que entrara en la plaza.
Vestido de rojo, hacía aparición junto a sus hijos José Fernando, Gloria Camila y su novio Kiko, pero ninguno de sus acompañantes ha querido hacer declaraciones, pues deseaban que el protagonismo esta tarde se lo llevara su padre. Sin embargo, su primogénita sí ha querido desearle suerte a su padre horas antes a través de las redes sociales: «Toda la suerte a mi todo , te quiero, te amo».
Toda la suerte a mi todo , te quiero, te amo ❤️💕🤴🏽, mi rey.
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Ortega pone punto y final a su carrera de la manera más especial: le cortarán la coleta sus tres hijos, Gloria Camila, José Fernando y José María. «Estoy como un niño con su juguete nuevo. Vuelvo a torear para sustituir a Morante de la Puebla y, de paso, para decir adiós como Dios manda. El 26 será mi broche de oro, mi gran tarde», confesaba a este medio hace tan solo unos días.
No obstante, esta felicidad se podría ver empañada por el fallecimiento de su gran amigo, el diestro Dámaso González, además de por las 3.000 entradas que han sido devueltas al conocer que el que fuera marido de Rocío Jurado sustituiría a Morante de la Puebla en las fiestas de San Sebastían de los Reyes. Un número que supondría un vacío de un cuarto de la plaza.