Melanie Griffith del ‘te quiero una jartá’ al ‘primero está el Rey y luego Antonio’: repasamos sus mejores anécdotas en su 63 cumpleaños

Melanie Griffith cumple 63 años y lo hace siendo una de las actrices más queridas por el público gracias a su simpatía, su dulzura y su cercanía. Pero además, la protagonista de ‘Armas de mujer’ sigue luciendo la impresionante figura que la llevó a convertirse en toda una sex-symbol en las décadas de los 80 y 90. Todo gracias precisamente a esta película que la catapultó al estrellato, donde compartió cartel con Harrison Ford y Sigourney Weaverque, y por la que siempre será recordara por su mítica escena caminando por Wall Street luciendo un outfit de ejecutiva con unas cómodas Reebok, que cambiaba nada más llegar a la oficina. Pero además de su trabajo como actriz, fuera de los platós Melanie ha dado grandes momentos y frases ya míticas, que ya han pasado a la historia. En su 63 cumpleaños repasamos algunos de estos ‘momentazos’.

Aún se recuerda el «Antonio te quiero una ‘jartá’» que al parecer fue la primera frase en español que le enseñó su marido en una típica escena en la que un extranjero aprende expresiones coloquiales en otro idioma. Sin duda, Banderas hizo ‘un buen trabajo’ al inculcarle nuestra cultura a su mujer, que durante su matrimonio disfrutó de lo lindo de cada visita a España. Aunque el actor no comenzó con buen pie con Melanie -no dudó en preguntarle su edad- la chispa surgió entre ellos.  Y de ahí a casarse, a tener a su hija Stella del Carmen, a vivir la Semana Santa malagueña con pasión andaluza, y a la ruptura matrimonial después de 18 años.

Primero el Rey

El enamoramiento de Melanie Griffith con Antonio Banderas no era algo que tuviera que demostrar con palabras. Bastaba con ver cómo le miraba, cómo le besaba pero sobre todo cómo le agarraba en público. Su marido era ‘su hombre’ aunque hubiera otros que, en cuanto a jerarquía, le superaban. Y aunque ella lo sabía, no dudó en dejar claras las cosas con su: «En España primero está el Rey y luego Antonio». 

No hay ‘Angelinas’ que valgan

Mujer celosa, a pesar de formar parte del gremio, que su marido rodase con Angelina Jolie ‘Pecado original’, los tintes eróticos del thriller hicieron que los rumores acerca de la química de ambos intérpretes despertasen las alarmas. Algo que, en un primer momento, no tenía más importancia para Melanie. Pero para disipar las dudas fue tajante: «Puede que Angelina tenga a Antonio en una cama durante ocho horas, pero yo lo tengo cada día».

Las señales de Dios

Sus adicciones a las drogas y el alcohol han estado presentes en su vida desde muy joven. Aunque parece que estos episodios ya están superados, su situación a punto estuvo de costarle la vida cuando a los 23 años fue atropellada cuando cruzaba Sunset Boulevard bajo los efectos de los estupefacientes. Años después reconocía que «el atropello fue la forma escogida por Dios para decirme que fuera más despacio en la vida».

Sus problemas con el jet-lag

Demócrata practicante, la intérprete protagonizó una divertida anécdota en Washington durante una sesión del Senado para buscar financiación para las artes. A pesar de estar concienciada con la causa Melanie se dejó vencer por el sueño y pasó gran parte del meeting en los brazos de Morfeo. Pero con su habitual sentido del humor, la protagonista de ‘Crazy in Alabama’ culpó al jet-lag de este momento.

Alianza con Meg Ryan

Quizá por compartir ‘secretos de belleza’, a Melanie Griffith le han confundido en numerosas con su compañera Meg Ryan, y viceversa. Así que, entregada a la causa, Melanie ha confesado que, para no decepcionar a sus fans, en más de una ocasión ha firmado autógrafos como si fuera la protagonista de ‘Tienes un e-mail’.

«Ahora parezco normal»

Su evidente cambio físico previo paso por quirófano le ha llevado a sufrir numerosas críticas que han llegado incluso a ridiculizarla. Atenta a lo que se dice de ella la exmujer de Banderas reconoció: «No me he dado cuenta hasta que la gente empezó a decir: ‘Dios mío, ¿qué se ha hecho?’ Tuve que ir a otro médico para deshacer muchas operaciones. Por suerte, parezco mucho más normal ahora».