Millones de euros y mucho photoshop: así es el retrato oficial de Melania Trump
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El retrato oficial de Melania Trump (46) como primera dama se ha hecho esperar. Relegada en un segundo plano desde que su marido, Donald Trump (70), llegara a la Casa Blanca el pasado mes de enero, la maniquí se ha ganado el apoyo de muchos por un aparente victimismo, alimentado además en las redes sociales. Sin embargo, hoy su imagen toma otro cariz con un retrato que se caracteriza por los millones de dólares que ostenta, así como por el abuso de ‘photoshop’ en su rostro.
«Es un honor servir en el papel de Primera Dama y espero poder trabajar en nombre del pueblo estadounidense en los próximos años», reza el comunicado oficial de la Casa Blanca que acompaña al retrato de una Melania guapa y triunfal. Lo que más llama la atención de dicho retrato es el anillo de compromiso valorado en 3 millones de dólares (2,8 millones de euros) que Donald Trump le compró hace 11 años para pedirle la mano. Cabe reseñar que el anillo posee una piedra de quince kilates y fue diseñada en exclusiva por los joyeros Graff en 2006.
Firmas como Michael Kors, Dior, Ralph Lauren o Chanel son las que figuran en el fondo de armario de Melania Trump. De hecho, la primera dama eligió un traje de amplio cinturón, solapa y brillo de la colección primavera 2017 de Michael Kors para el pleno del Congreso. Pero, en este caso, la exmodelo ha preferido una chaqueta de abotonadura sencilla de lana negra de la firma italiana Dolce&Gabbana que cuesta 1.850 euros.
Dejando a un lado su ‘outfit’, destaca también el exceso de photoshop que se aprecia fácilmente en la fotografía. Como por arte de magia, a Melania le han desaparecido las patas de gallo, así como las líneas de expresión en su frente y rostro. Además, luce una tez mucho más luminosa, con pómulos más redondeados y un filtro de color que dan como resultado una primera dama de anuncio.
Para terminar el análisis, cabe reseñar que el responsable de captar la imagen de la primera dama ha sido Shealah Craighead, fotógrafo oficial de Laura Bush y responsable de las fotografías de campaña de Sarah Palin en 2008. En este caso, además, es la primera vez que se eliminan la silla y las flores de fondo, elementos hasta ahora comunes en los retratos de todas las primeras damas.