Las controversias de Lina Morgan, dos años después de su muerte
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Hace solo una semana que Marisol Ayuso (74) se sentaba en ‘Deluxe’ para abrir la caja de los truenos contra la desaparecida Lina Morgan, que fallecía a los 78 años el 19 de agosto de 2015. La actriz, ademas de revelar el sueldo de la época de Lina -32 millones de pesetas por semana- relató también que la empresaria se volvió muy desconfiada en la última etapa de ‘Hostal Royal Manzanares’ (1996-98), donde trabajaron juntas. Se enfadó con ella y con el también actor Rafael Alonso cuando descubrió que ambos reclamaron un dinero que se les debía después de haber sido despedidos. «Rafael Alonso y yo fuimos a reclamar que nos cumpliesen el contrato, porque no sabíamos cuándo iba a volver Lina y ganamos el juicio. A Lina le sentó como un tiro cuando se enteró. Yo reclamé 70.000 pesetas y Alonso, un millón. Ella no lo pagaba, lo pagaba Valerio Lazarov, pero se enfadó», recuerda la actriz de ‘Aída’.
Sin embargo, esta no es la única polémica que dejó Lina ‘en herencia’. Una de las más sonadas fue la que mantuvo con el actor Juanito Navarro, a quien conoció en un escenario en el estreno de ‘El Conde de Manzanares’, en 1962 en el teatro Martín. Lina y Juanito fueron uña y carne en aquella década y la pareja cómica de más renombre del momento. Pero esta amistad dentro y fuera de los escenarios se distanció una década después, cuando Lina estrenó ‘Un, dos, tres… cásate otra vez’ (1972) junto a Zorí-Santos y Juanito se fue con Vicky Lusson y la revista ‘Tu novia es mi mujer’. Su complicidad de rompió para siempre y ninguno de los dos explicó por qué. De hecho, desde ese momento, la prensa de la época cuenta que ambos disimulaban una buena relación. Que mantenían las formas. Pero nunca volvieron a reanudar la gran amistad que una vez les unió, aunque Lina se dejó ver en el funeral de Juanito, en 2011.
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Y es que en la carrera de este icono del espectáculo fueron muchas las personas que trabajaron con ella y que terminaron su relación por algún desencuentro. Aún resulta difícil olvidar el dardo envenenado que le lanzó Concha Velasco cuando estuvo al frente de ‘Cine de barrio’. Sucedió el 15 de septiembre de 2012, antes de emitirse la película ‘Soltera y madre en la vida’ protagonizada por la veterana actriz. «La película que van a ver ustedes está protagonizada por Lina Morgan, que una vez más no ha podido estar esta tarde en Cine de Barrio. Querida Lina, cómo eres, espero que vayas a verme cuando estrene en La Latina, ‘Yo lo que quiero es bailar’. Aunque ya no sea tu teatro, tienes ahí un palco fijo. ¿Eh, guapa? Venga…¡Que te espero!», espetó la galardonada con un Goya de honor a toda su carrera en 2013.
Pero, la más incongruente de todas las controversias de la que una vez fuera dueña del teatro ‘La Latina’ fue la que llegó con su propia muerte. ¿La razón? Su patrimonio estimado en unos nueve millones de euros se convirtió en una nueva pelea entre sus posibles herederos ya que ‘la tonta del bote’ no dejó nada a la única familia que le quedaba y, por eso, su sobirno Julio López, estuvo en boca de la opinión pública al poder impugnar el testamento de la vedette cómica. Lina dejó todos sus bienes en herencia a Daniel Pontes, su hombre de confianza y quien estuvo a su lado en su larga enfermedad; y a su chófer Abelardo González. «Las dos personas a las que les dejó Lina su herencia somos los que más nos la merecíamos, porque estuvimos a su lado mañana, tarde y noche, hasta el final de su vida. Estuvimos con ella en la UCI todos los días y todos los años anteriores. Nosotros dos fuimos los que logramos que Lina Morgan falleciera en paz, en su casa. Murió atendida al cien por cien gracias a nosotros dos», contó entonces Abelardo en la revista ‘Pronto’.
Además, hubo otros motivos por los que este último adiós no se libró de la polémica. Raúl Sender, buen amigo de Lina a lo largo de su vida, se sintió despreciado en su velatorio. El conocido actor lamentó que Daniel Pontes no le permitiera visitar el cuerpo de la fallecida actriz «por expreso deseo de la actriz» según Pontes. «Me da mucha pena no haber podido estar con ella estos últimos días, porque ya no se podía ir a verla. Me hubiera gustado darle un beso, la mano, tantas cosas. No sabíamos cómo estaba; no sé nada de cómo ni cuándo murió y eso me duele», recogía entonces ‘Europa Press’.
Aunque este conflicto no fue a mayores, a día de hoy, dos años después del triste adiós definitivo a Lina Morgan, todos estos conflictos no hacen sino recordar que detrás de una vida llena de risas para su público, la reina de las variedades de las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y noventa ha dejado tras de sí, un reguero de controvertidas tramas sin zanjar.