EN CIFRAS: Los secretos del negocio de Jaime de Marichalar tras su aterrizaje en México
A principios de semana se conoció que Jaime de Marichalar había conquistado México con su firma de ropa y Look analiza sus cuentas.
En la misma semana en la que el beso de Victoria Federica y Gonzalo Caballero copaba titulares, su padre, Jaime de Marichalar (55), volvía a la palestra mediática. Aunque por un motivo bien distinto: sus exitosos negocios. El aristócrata ha viajado hasta México para conquistar con su firma de sastrería ‘B-Corner’ la capital azteca y tanto él como sus socios pueden estar más que satisfechos, pues ha tenido una buenísima acogida al otro lado del Atlántico. La industria del lujo le está permitiendo recoger los frutos después de dos años de incesante trabajo y prueba de ello los datos financieros a los que ha accedido Look.
Esta firma, que se define a sí misma como una sastrería cocinada a fuego lento en talleres españoles y con un equipo de 25 años de experiencia en el mundo de la moda masculina, está formada por tres personas. Goyo Fernández, Jaime de Marichalar y Federico Zanolla, componen la directiva, según reveló Loc hace unos meses, y en un tiempo récord han logrado muy buenas cifras. A pesar de que su negocio comenzó con un capital social de 12.000 euros y de que sus trajes a medida cuestan desde los 1.800 a los 2.800 euros -dependiendo de las telas utilizadas- ahora goza de unas cuentas mucho más que saneadas. De hecho, en 2016 tuvo un total activo de 173.938 euros y un año más tarde ha alcanzado 285.556 euros, lo que refleja que las ventas aumentan a pasos agigantados.
De momento, solo tienen dos puntos de venta en la capital, pero ya son muchos los rostros conocidos que lucen esta firma. Se desconoce la participación que Marichalar tiene en el negocio, pero, lo cierto, es que él no figura como accionista mayoritario a diferencia de su otro socio, Zanolla. Dedicado en cuerpo y alma a un negocio que le hace feliz, el ex marido de la infanta Elena ha logrado crear un negocio entre amigos que actualmente componen pocos sastres. «Somos un negocio muy pequeño y así queremos seguir. Todo el mundo pretende expandirse salvajemente y hacerse global; nosotros no. Nuestros sastres pueden hacer un número limitado de unidades. Tampoco hay más artesanos capaces de hacer lo que ellos hacen. No queremos crecer más, pues perderíamos el control de la producción», dijo Goyo hace unos meses en ‘Vanity Fair’. Sin embargo, Marichalar y sus socios han cambiado de opinión y ahora desean dejar su impronta en este país que tanto está aplaudiendo sus diseños.
Mientras el estilo de Jaime ha sido objeto de debate en multitud de ocasiones, lo cierto es que ha ocupado un gran puesto en todas las listas de los más elegantes. «Te prometo que jamás imaginé que iba a tener mi empresa. Pero bueno, llevo muchos años en esto y es una forma de aprovecharlos. Es una oportunidad de poner en práctica todo lo que sé «, dijo a la citada publicación.