El reportaje de Isabel Preysler y Vargas Llosa que no es apto para diabéticos: las imágenes más esperadas nunca vistas
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Llevan juntos algo más de dos años, pero la ilusión por su amor parece fresca como el primer día. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han abierto las puertas de su casa de Puerta de Hierro, y también las de su corazón, para desvelar las claves de su amor en una entrevista en profundidad para la revista Harper´s Bazaar.
En el vídeo que adelanta algunos de los secretos de su reportaje más íntimo, Preysler posa luciendo trajes espectaculares con los que no queda lugar a dudas que ella es la eterna ‘reina de corazones’. Mientras el premio Nobel opta por la comodidad y la sencillez de la camisa blanca sin corbata, Isabel derrocha un estilo soberbio y esa cualidad inherente a la filipina, tal y como asegura Vargas Llosa: “La elegancia es algo completamente natural en ella, no es nada impostado. Es una manera de ser. Cuida muchísimo las formas y los detalles”.
Este gusto por los detalles tampoco se pasa por alto en el vídeo: los jardines, las flores, las estancias de portada de revista y el suave piar de los pájaros. Cada toma conduce a la intimidad que los protagonistas quieren desvelar, una relación idílica que Isabel no se imaginaba: “Mario y yo siempre nos hemos hecho gracia, pero si hace unos años me hubieran dicho que iba a vivir lo que estoy viviendo, no me lo habría creído jamás”.
Amor en la madurez
Huelga decir que en la vida de Preysler han figurado hombres importantes, pero esta circunstancia no resta un ápice de pasión al amor en la madurez, según asevera la propia Isabel: «Se disfruta de una forma diferente, pero la intensidad es absolutamente la misma». No obstante, confiesa que su romance con Vargas Llosa ha implicado un cambio importante, ya que han tenido que “juntar dos vidas totalmente diferentes”.
Aun así, la sempiterna reina de la elegancia explica que esta circunstancia no ha supuesto un gran esfuerzo: “Cuando estás enamorada te amoldas absolutamente a todo. Yo pensé que iba a ser mucho más difícil a mi edad, porque a estas edades ya nadie quiere cambiar absolutamente nada, ¿no? Mario también se ha tenido que amoldar y lo ha hecho divinamente”.
Pero, ¿cuál es el verdadero secreto de su relación? Preysler lo tiene claro: “Es muy importante poder reírse. Nos reímos de nosotros mismos para empezar. Intentamos sacar el máximo, pero pasándolo bien. No tiene precio tener una persona al lado con buen humor”. Una afirmación con la que Mario coincide: “Nos reímos mucho. Creo que una buena parte de nuestra vida nos la pasamos riendo”.
Vargas Llosa claudica
Uno de los hechos que más llama la atención en la relación de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa es la reticencia del Nobel a que su vida privada suscite más interés, en ocasiones, que su obra literaria. Sin embargo, el escritor tiene claro cuál es la contrapartida de mantener una relación con la ‘reina del papel cuché’: “Yo he aceptado participar en este mundo suyo porque lo contrario no habría sido justo para ella”.
Vargas Llosa va más allá e, incluso, reconoce que ha llegado a sentir fascinación por la figura de Isabel Preysler: “Lo interesante es que su popularidad no se desvanece, el tiempo pasa, pero la leyenda no se desmorona jamás”. Aunque también aprovecha para desmentir alguna falsa creencia sobre su amada: “Contrariamente a lo que se piensa de Isabel, le gusta muchísimo la soledad y cierta independencia”.
El ‘método’ Preysler
En la entrevista, Mario Vargas Llosa se explaya sobre cómo ha cambiado su vida desde que Isabel está en ella y cómo ha afectado esta relación a su trabajo. “Ahora las noches son mucho más tranquilas, más sosegadas, en un ambiente que está muy marcado por la personalidad de Isabel”, confiesa el Nobel y apostilla: “Yo era muy ordenado para mi trabajo, pero no para todo lo demás. Eso ha desaparecido enteramente con Isabel. Creo que la anarquía e Isabel son incompatibles”.
Esta nueva vida ha tenido un impacto positivo en la tarea literaria de Llosa, y así lo valora el escritor: “Isabel crea un entorno en el que es muy estimulante trabajar. Incluso me permito hacerle unas confidencias que no había hecho nunca”.
Apenas diez días después de la boda caribeña de su benjamina, Ana Boyer, Isabel Preysler ha demostrado, una vez más, quién sigue ocupando el ‘trono del corazón’.