Inolvidable, Marilyn
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Marilyn Monroe | La belleza eterna de un icono inmortal
Ha pasado más de medio siglo desde que el Séptimo Arte perdiese a uno de sus iconos. La mañana del 5 de agosto de 1962 el mundo del cine se quedaba huérfano. Marilyn Monroe fallecía en su casa de Los Ángeles a los 36 años por una sobredosis de barbitúricos. Una muerte muy prematura y una vida breve que, sin embargo, le permitió hacer Historia.
La de Norma Jean Baker no fue una vida fácil a pesar de los oropeles que la rodearon los últimos años. Fue una estrella en el más amplio sentido de la palabra. Una estrella capaz de brillar con luz propia y de eclipsar a cuantos la rodeaban aunque en su interior su propio fuego la consumía. Marilyn nunca llegó a ser feliz y este fue uno de los motivos que se argumentaron para su presunto suicidio. Presunto porque hay quien mantiene que la artista fue asesinada.
Si hay algo que no iba con ella eso era, precisamente la discreción. La actriz era incapaz de pasar desapercibida y, de hecho, disfrutaba convirtiéndose en el centro de atención, algo que acabaría por pasarle factura irremediablemente.
Marilyn tuvo claro desde su más tierna infancia que lo suyo era el espectáculo y no dudó en armarse de valor para luchar por sus sueños, al fin y al cabo, Estados Unidos era el lugar ideal para ello.
La pequeña Norma Jean tuvo una infancia difícil. Nunca conoció a su padre y su madre sufría problemas mentales, lo que la llevó a varias casas de acogida hasta que a los 16 años optó por casarse para poder empezar una vida por sí misma. Sería el primero de varios matrimonios, una decisión que parece la artista tomaba con bastante facilidad.
Llegó a Hollywood en 1946 para quedarse, pero tardó casi 7 años en obtener su primer papel importante. Sin embargo, su esfuerzo y perseverancia fueron recompensados y poco a poco se convirtió en un rostro imprescindible del celuloide.
Artista polivalente, conquistó el corazón de la crítica, el público y hasta el Presidente de los Estados Unidos. Tras sus fallidos matrimonios con Joe DiMaggio y Arthur Miller, su sonado aunque «secreto» romance con JFK hizo que corrieran ríos de tinta. Esta relación clandestina ocupó la última etapa de su vida y la sumió en una profunda depresión. Por primera vez no conseguía lo que deseaba y su adicción a los fármacos y al alcohol provocaron su ingreso en un centro de rehabilitación.
Pese a que en pantalla y de cara a la audiencia proyectaba la imagen de una mujer muy segura de sí misma, triunfadora y con un brillante porvenir, la realidad de Marilyn era absolutamente opuesta. Su complicada infancia habría de pasarle factura durante el resto de su vida. Insatisfecha, insegura e incapaz de estar sola, esa era la auténtica Marilyn cuando se apagaban los flashes.
1962 fue el año más crítico de su vida. No solo cantaría el «Cumpleaños feliz» al Presidente y provocaría un enorme escándalo, sino que su comportamiento se tornaría aún más errático. Una sobredosis de barbitúricos acabaría con su vida aquel 5 de agosto pero nunca sabremos si fue un accidente, lo hizo a conciencia o alguien la obligó. Al fin y al cabo Marilyn empezaba a ser un personaje un tanto molesto para varios sectores.
Hoy repasamos en imágenes la vida de esta «pobre niña», cuyo sueño, aunque se hizo realidad, terminó en pesadilla. Porque nunca fue tan cierto que en esta vida no se puede tener todo.