EXCLUSIVA: Víctor Sandoval anuncia un cambio en su vida que le marcará para siempre
El colaborador ha tomado una difícil decisión que la provocado tristeza y desesperación
“El psicólogo me dijo: ‘pon tierra de por medio’ y yo puse un AVE”. Con esta premisa comenzaba hace 8 años la vida de Víctor Sandoval en Sitges. Una etapa muy importante de su trayectoria que ahora, bruscamente, ha llegado a su fin. Víctor Sandoval coge sus maletas y abandona la ciudad costera catalana para comenzar desde cero.
Los paseos con su perrito Nou por las bucólicas playas mediterráneas se han acabado. Ahora Víctor se tendrá que conformar con el río Manzanares. Tras 20 años sin vivir de forma continua, el tertuliano vuelve a Madrid para quedarse. “Me da mucho miedo empezar. Volver a mis raíces. Hace 20 años que no vivo aquí. No conozco ni las calles”, admite el presentador en conversación con Look.
Como si de un foráneo se tratase, Víctor regresa a un Madrid desconocido. A un barrio inexplorado. A una casa que no es un hogar, sino todo lo contrario. “Es un apartamento de estudiantes. ¡Parece un agujero! ¡No estoy nada contento, me siento mal!, se aventura a decir Sandoval.
El barrio de Chamberí ha sido el elegido -o impuesto por cuestiones de presupuesto- para comenzar su nueva y modesta vida. Tras un año buscando piso sin suerte, por fin Víctor ha conseguido un techo. Una vivienda que desde luego está muy lejos de todo aquello que había imaginado. “Me quería morir cuando entré en la casa. El dormitorio no tiene armario. El baño no tiene ventana. Tengo que hacerlo un hogar porque ahora no lo es”, admite. Sin embargo, su nivel dramático le hace rechazar la firma sueca de mobiliario para decorar su casa: “No quiero que los muebles sean de Ikea porque me recuerda a Nacho Polo”. (El diseñador fue imagen de la marca y Madrid entero estaba envuelto con sus fotos).
Víctor Sandoval comienza el 2020 con la motivación de cambio. Quiere comenzar esta nueva década desprendiéndose de todo aquello que le ha hecho sufrir: “No quiero nada que me recuerde a estos años. La década pasada ha sido un horror”.
La delicada salud de su madre y de su padre -92 y 95 años respectivamente- es otro de los asuntos que han marcado esta decisión. “No me gustaría que les pasara algo y estar lejos”, asegura.