Hablan los hijos de la duquesa Roja ante la inminente exhumación de su padre
Este jueves puede abrirse la puerta definitiva para Rosario Bermudo. La mujer, de 66 años, lleva casi un lustro intentando ser reconocida como hija de Leoncio González de Gregorio y Martí, el esposo de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, más conocida como la duquesa Roja.
Gabriel: «Rosario podía haber hecho esto en vida de él»
Después de infinitos periplos judiciales, en unas horas podrá llevarse a cabo la prueba que determinará si Bermudo es hija del aristócrata -mediante exhumación-, tras una presunta relación con la asistenta del hogar.
LOOK ha podido hablar con Gabriel, uno de los hijos de Leoncio y de la duquesa Roja, quien ha mostrado su malestar, ya que opina que “los derechos no se armonizan”. Gabriel ha contado que no es momento ahora para que Rosario quiera demostrar ser hija de Leoncio, cuando ya conocía esta situación desde joven y “podía haberlo hecho en vida de él” y no ahora por “intereses”.
Pilar: «Esto es terrible. Es como si mi padre se muriera otra vez»
De igual manera piensa Pilar Medina Sidonia, duquesa de Fernandina, quien ha contado a LOOK su indignación con el caso: «Estoy muy triste. Es terrible. Es como si se muriera otra vez. No me parece nada bien lo que se está haciendo. Esto es una pura situación de pretensiones económicas a cualquier precio. ¿Dónde queda ahí el lado humano? Es que hasta reclama los bienes de mi madre, que es el colmo», lamenta Pilar.
«Mi hermano Javier y yo nos hemos ofrecido a hacernos las pruebas de ADN porque no queríamos llegar a este punto, que es algo muy desagradable y muy injusto. Y no nos lo admitieron porque dijeron que era necesario el de todos los hermanos», cuenta.
Además, la duquesa de Fernandina está indignada con las pruebas presentadas para la exhumación, de las que dice: «Con estas pruebas pueden desenterrar a toda España».
LOOK se ha puesto en contacto con Fernando Osuna, abogado de Rosario, para conocer todos los detalles de la exhumación. Se llevará a cabo este jueves sobre las 9:30 de mañana, aunque Osuna estará media hora antes para atender a los medios de comunicación. Al cementerio de Quintana Redonda, en Soria, acudirán un médico forense, un secretario judicial, los procuradores, los abogados de las partes y el personal del propio campo santo. Por el contrario, no irán Rosario Bermudo, ni tampoco los hijos.
El proceso consistirá en “abrir la tumba y sacar algún resto óseo, que normalmente suele ser una muela o un hueso pequeño. El forense lo guarda en un recipiente precintado, levanta un acta el secretario y lo envían al Instituto de Toxicología que está en Madrid, y que llamarán a Rosario para tomarle una muestra de saliva para analizar las dos partes”, cuenta el abogado.
Cuando el juzgado de Madrid tenga el resultado del análisis, que puede tardar en torno a un mes, convocará a las partes para un juicio. “A nosotros nos gustaría que fuera antes de verano, pero igual se demora al otoño”, comenta Fernando Osuna.
De demostrarse que es hija de Leoncio González de Gregorio y Martí, Rosario Bermudo pasaría de tener un sueldo mínimo de pensionista -tras haber trabajado toda la vida como empleada doméstica- a poder optar a una herencia de al menos dos millones de euros.
Todo este proceso ha tardado cuatro años porque los hijos del Leoncio han recurrido todo: “Ellos son cuatro demandados y cada uno de ellos tiene su propia defensa”, dice el abogado.
Rosario “está inquieta porque esto es mucho para ella. Con 66 años y su nivel académico, que es bajo, a Rosario le impresiona todo esto”, confiesa Osuna a LOOK.