La disparatada revelación del novio de Marta Luisa de Noruega
La relación de Shaman Durek y la princesa Marta Luisa de Noruega siempre ha dado de qué hablar. Una unión sentimental que ha estado empañada por la polémica desde sus comienzos -mayo de este año- y que ahora vuelve a la palestra. ¿El motivo? Las palabras de él, las cuales sitúan el momento exacto en el que se conocieron: «cuando estamos juntos y la miro, a veces veo otro rostro. (…) Y ella también lo ve en mí. Tengo recuerdos de nosotros en Egipto en los que ella era mi reina y yo, un faraón».
Pero esto tan solo ha sido el comienzo. Durek ha revelado que cuando se conocieron, tal fue su conexión , que ambos tuvieron la sensación de conocerse desde hacía muchos años atrás y así lo ha dicho en la revista ‘People’.»Ella entró y dijo: ‘Me acuerdo de ti, sé quién eres», le dijo, palabras a las que respondió: «Yo estaba como: ‘Sí, nos conocimos hace mucho tiempo’. Fue lo que salió de mi boca».
Aunque siguen recibiendo críticas, Durek ha confesado que su relación va viento en popa y, prueba de ello, la defensa a ultranza que hace de su amor. «Me veo a mí mismo en ella y ella se ve en mí: la amabilidad, el amor, la alegría, la estupidez», ha comentado. Y es que para él Marta Luisa de Noruega es profundamente especial, tanto es así que su personalidad es la antítesis a la de resto de princesas. «Ella es una princesa y creció en una familia real, pero ella es normal. Abraza a las personas como yo lo hago, juega a videojuegos conmigo y hacemos cosas divertidas. Si salto en la calle, ella salta conmigo. Si doy volteretas, ella también quiere hacer volteretas. ¿Qué tipo de princesa hace eso?».
La postura de Marta Luisa de Noruega en esta relación
Una actitud similar -la de defender su relación- que la princesa también mantiene. Desde que anunciara su noviazgo siempre ha tratado de frenar los comentarios negativos que dudaran de su unión, en especial a través de sus redes sociales. «Para todos aquellos que sientan la necesidad de criticar: deténganse…No les corresponde decidir por mí o juzgarme. No escojo a mi hombre para satisfacer a ninguno de ustedes o sus normas o las cajas que han elegido en su cabeza para mí. No prospero ahí, ni existo en la ilusión que tienen de mí. Yo elijo desde el amor», dijo entonces.