Diego Matamoros da un importante paso en su relación con Carla Barber
La historia de Carla Barber y Diego Matamoros es muy reciente, pero ellos tienen muy claro que lo suyo va muy enserio, tanto que han dado un gran paso
Lo suyo ha sido una de las grandes sorpresas de la temporada y es que nadie se pensaba que Carla Barber y Diego Matamoros terminarían juntos. Y sí, podría ser una historia de esas veraniegas, pero lo suyo va más allá, tal y como van demostrando con el paso de las semanas. Los dos saben muy bien lo que es el desamor, pues tanto Diego como Carla han pasado por el altar con personas que ya han salido de sus vidas, y precisamente eso les hace saber mejor qué es lo que buscan en una pareja.
Al principio parecía que ambos preferían guardarse su amor para ellos, jugando al despiste en las redes sociales, pero con el paso de los días, y cuando ya lo sabía todo el mundo, optaron por compartirlo con sus followers. Desde entonces no han dejado de lanzarse mensajes cargados de pasión, miradas que derretirían un hielo y besos dignos de película con los que dejan claro que van muy en serio.
Tanto que este martes han aprovechado para ir a cenar con alguien muy especial y que ha supuesto un gran paso para el hijo de Kiko Matamoros La pareja salió a cenar con la madre de Barber, Rosa Barber, su mano derecha, por lo que ya se puede decir que el que joven conoce a su suegra.
La cena no fue solo para tres, ya que como desvela la doctora en sus stories, también acudieron Laura Matamoros y Benji Aparicio, que como ellos también han encontrado el amor y se han dado una segunda oportunidad. Como se escucha en las stories, las risas estuvieron aseguradas y también una riquísima cena. Varios platos de comida japonesa del restaurante Kigen Sushi, propiedad de Alexandre Fernández, un amigo de Carla que también disfrutó de la comida mientras que uno de sus chefs preparaba en directo la comida.
Parece que disfrutaron de la noche en la mayor intimidad, pues en los vídeos que han publicado todos ellos se puede ver una casa y no un restaurante. ¿Cual? La casa de la propia Carla Barber. Mientras que el cocinero lo preparaba todo en directo en una gran barra que tiene en la cocina, el resto aprovechaba para picar y tomar un vino. ¿Se puede pedir un plan mejor?