Paz Padilla, rota de dolor: "La muerte de Chiquito ha sido un palo brutal para mí"
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El corazón de Chiquito de la Calzada se paraba la madrugada del sábado. El malagueño que creó un lenguaje universal en el humor fallecía en el Hospital Carlos Haya de Málaga, tras permanecer varios días ingresado, dejando a muchos de sus íntimos amigos desolados. En especial, Paz Padilla. La triste noticia ha sorprendido a la presentadora en Inglaterra mientras visitaba a hija Ana, aunque nada más conocer su muerte ha decidido volver a España. Rota de dolor ha explicado cómo se siente ante su pérdida, además de revelar cómo fueron sus últimas horas. «Se ha ido uno de los grandes. Pensaba que se pondría bien, ha sido un palo brutal para mí. Lo quiero con toda mi alma», ha dicho la gaditana en ‘Socialité’.
Emocionada y con la voz entrecortada, la humorista advertía: «No puedo hablar mucho». Paz y Gregorio -su nombre real-, han estado unidos hasta el final. El modo de ver la vida, la positividad con la que se enfrentaban a las adversidades crearon un estrecho vínculo entre ellos. «La última vez que hable con él hace dos días me dijo que me quería mucho. Tanto amor como el Amazonas», ha confesado.
Ha estado acompañado por su sobrina Loli, una mujer que no le ha dejado ni a sol ni a sombra, y por su representante y amigo, Arturo del Piñal. «El jueves me dijo Arturo que pasaban a planta a Chiquito y ayer me llamó y me dijo que había tenido un bajón y que estaba en coma. Esperábamos que se levantara y dijera ‘al ataquer’ y no ha sido así», ha comentado Paz muy apenada.
Este icono del humor se apagó cuando falleció a su mujer Pepita hace cinco años y su círculo coincide en que su pérdida le quitó las ganas de vivir. «Con la muerte de pepita él ya no quería vivir», dice Padilla. Palabras que corrobora también Teresa Campos: «Cuando se le murió Pepita se le fue la vida con ella. Edmundo está destrozado, se ha ido a Málaga esta mañana».
Desde las 12 de la mañana, sus restos mortales se encuentran en la Diputación de Málaga. Lugar al que han acudido otros humoristas como su compañero de profesión, Manuel Sarria, quien en ‘Socialité’ ha revelado que en sus últimos días Chiquito de la Calzada ni siquiera comía. «La primera vez que entró al hospital me dijeron que no comía nada y yo le dije que no entendía el motivo por el que lo hacía. Muy bajito me dijo que ya no tenía ganas de nada», ha desvelado.