El mensaje de Antonia Dell’Atte a Ana Obregón
Ana Obregón, indignada con la libertad de Urdangarin: “Me avergüenza ser española”
Álex Lequio, hijo de Ana Obregón: “Me he mandado cartas con el Rey Felipe VI”
«Si hubiera estado calladita en esa época me hubiese gustado que te hubieses casado con el Conde Lequio, ¿por qué no lo hiciste?». Así de directa ha sido Antonia Dell’Atte con Ana Obregón en su primera conversación pública en un plató. Una cuestión a la que la actriz ha respondido con otra: «¿Y tú me lo me lo preguntas? «. Las dos ex del conde italiano han hablado a corazón abierto sobre su relación y han desmentido que entre ellas exista algún tipo de enfrentamiento.
Después de doce años sin pisar un plató de televisión, la italiana ha reaparecido en el programa All you need is love…o no , presentado por Risto Mejide y no ha tenido reparos en hablar sobre algunos de los aspectos más importantes de su vida, como su relación con el padre de su hijo o su abandono de la pequeña pantalla. Una desaparición que tuvo lugar después de una incómoda entrevista en La Noria.
[Puedes leer: Desvelamos el motivo real del enfado de Ana Obregón con Javier Cárdenas]
Han pasado 20 años desde que Dell’Atte y Obregón coincidieran en un plató por última vez. La guerra entre ambas que copó portadas y espacios televisivos la década pasada está ya olvidada. Tanto que Ana ha querido participar en el regreso de Antonia a televisión a través del teléfono y ha motivado uno de los grandes momentos de la noche: «Antonia y yo tenemos muchas cosas en común, nuestros hijos son hermanos y la veo fantástica»- ha dicho la actriz.
Antonia ha asegurado que «Ana y yo tenemos muchas cosas que hablar, pero en privado» y se ha sentido agradecida por la llamada de la actriz. La española, que la próxima semana se sentará en el mismo plató, ha querido hacerle una pregunta difícil: «¿Crees que encontramos al príncipe azul?». Tan directa como siempre y con el punto de humor que la caracteriza, Antonia no ha tenido reparos en contestar: «Era un azul un poco desaliñado… y llegó sin caballo».
Ambas han aprovechado la ocasión para desearse lo mejor de cara al futuro y han asegurado que «el pasado es pasado y abrimos un paréntesis para que el futuro sea de buenas razones para las dos. Nos hemos perdonado las dos”.
«Sé que fui la mujer de la vida de Alessandro»
Sin ningún tipo de reparos, la italiana ha asegurado que ha sido la mujer de la vida del conde italiano. «Le dijo a sus amigos que yo era su ideal de mujer y se pasó un año llamándome de forma anónima para cortejarme» – ha sentenciado Dell’Atte. Sin embargo, su relación, de la que nació el único hijo de la modelo, Clemente, no llegó a buen puerto. «Era un hombre muy posesivo y no me dejaba respirar».
[Puedes leer: “Ana y los 7 (puntos de carnet que está a punto de perder)”]
Antonia tiene el privilegio de ser la única mujer a la que Lecquio siempre ha respetado: «Alessandro me dijo que yo era la única a la que respetaba porque siempre he dicho la verdad y nunca he ejercido de cómplice». Rencores aparte, Dell’Atte ha demostrado su peculiar sentido del humor cuando ha dicho que: «El matrimonio fracasó y lo regalé, regalé lo mejor de él, lo que tenía entre las piernas y creo que se ha portado bien creo, ha dado mucha «delicia» a muchas mujeres».
¿Un gran amor?
Tras la intervención de Ana Obregón, Dell’Atte ha confesado que tras su ruptura con Lecquio le llegó un gran amor: «Después de ese príncipe encontré un gran amor, para mí es el rey del amor que yo he encontrado. Es mi rey, mi emperador, mi grande amor que nadie sabe» – a lo que ha añadido un fragmento de una canción dedicada a su «amor». La italiana no ha querido desvelar quién es ese amor, pero Ana ha insistido en que se trata de su hijo Clemente.
Reconciliación con Risto
La modelo ha protagonizado un divertido momento con Risto Mejide. Antonia no ha dudado en recordar al presentador unos desafortunados comentarios que hizo en el pasado sobre su hijo Clemente y ha utilizado un látigo para «fustigarle». Inmediatamente, el publicista se ha puesto de pie y, citando a su padre ha dicho: «Rectificar es de sabios y te pido perdón». La italiana ha aceptado sus disculpas y ambos han enterrado el hacha de guerra y se han abrazado.