¿Por qué Paula Echevarría nunca se pondría el chándal de Chenoa?
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Una ‘ley sociológica’ asegura que la manera en la que vestimos muestra nuestra personalidad frente al mundo. Los códigos de nuestra indumentaria dicen mucho de nosotros mismos y también de nuestro estado de ánimo. Desde que se conociera la impactante (aunque esperada) noticia de la separación entre Paula Echevarría y David Bustamante, la ‘it actriz’ no ha dejado de mostrarse públicamente, tanto en momentos de su vida cotidiana como en un multitudinario evento promocional en el que la expectación fue demoledora.
En ninguno de esos momentos, Paula ha dejado fleco alguno a la improvisación. Sus gestos, su actitud, pero sobre todo su estilo, han definido el momento en el que una mujer como ella se muestra perfecta frente a la opinión pública, aunque su realidad se desmorone tras los muros de su casa. Lejos de tratarse de un ejercicio de maldad, nos ha sido imposible no recordar que hace una década la ‘mujer’ (que no esposa) de otro ‘Triunfito David’ se enfrentaba públicamente a su separación con una imagen que dio la vuelta al mundo. Efectivamente nos referimos al chándal de Chenoa.
Dos mujeres, dos separaciones y dos estilos muy diferentes. Desde el minuto uno en el que los rumores corrían como la pólvora, Paula Echevarría se lanzaba a las calles conocedora de la presencia de la prensa, convertida en la mujer más trendy del momento. Perfectamente maquillada, peinada y vestida, Paula transformaba su complicado momento en una auténtica pasarela de moda. Mini vestido denim en su primera aparición, sneakers + blazer en su salida de compras o el espectacular mix de tendencias llevando a su hija al colegio, todo ello aderezado con una cercanía extrema con los medios de comunicación.
Sin embargo, el colofón estilístico de Paula llegaría con sus primeras palabras en un evento de una de las firmas a las que amadrina. Vestida de blanco (como el día que dio el sí quiero) y de una de sus firmas fetiche cuyo nombre lo dice todo Dolores Promesas (como presagio del desenlace), Paula se mostraba perfecta y contenida, a punto de romper a llorar, pero sin hacerlo…
En el año 2005, Chenoa aparecía frente a los medios en el portal de su casa, demacrada, con pañuelo en mano y a golpe de chándal. Una prenda y un momento que siguieron dando que hablar once años después con su reencuentro. El desgarro se hacía presente en su estilo, aunque ella no sabía que su look se convertiría en tendencia una década más tarde… ¿Por qué Paula nunca llevaría el chándal de Chenoa?
[Ver galería: Paula Echevarría vs. Chenoa, dos rupturas, dos estilos]
Tras recabar en la realidad de que se trata de dos momentos y dos relaciones diferentes, la personalidad de estas dos mujeres (visiblemente importante en ambos casos) muestra que la desnudez emocional de Chenoa se personificó en su atuendo y el calculado adiós de Paula se trasladó, como suele siendo habitual en ella, a la cara vista de su estilo. Imposible por tanto no comparar en nuestra galería, el diferente estilo de dos separaciones con sabor OT.