Calvin Klein, ¿irreconocible?
Renovarse o morir. Esa parece ser la misiva que ha seguido Raf Simons para darle un nuevo aire a la firma que él mismo lidera bajo su cargo de director creativo. Y lo ha hecho modificando el logo de Calvin Klein por primera vez en la historia desde el año de creación de la marca, 1968. La principal diferencia entre uno y otro estriba en el uso de las mayúsculas. Mientras antes solo se escribían las iniciales (C y K) así, ahora van las dos palabras en tipografía de caja alta tipo Sans Serif.
Bien es cierto que el diseño no ha cambiado demasiado, pero sí lo justo para modernizar el logotipo con una apariencia tan limpia, directa y sencilla como acostumbra la marca. En palabras del propio Simons, la nueva imagen busca: “Un retorno al espíritu del original. Un reconocimiento del fundador y fundaciones de la casa de moda”.
Este nuevo impulso llega justo antes de que arranque la Semana de la Moda de Nueva York, una cita marcada en rojo en el calendario fashion, que comienza este 10 de febrero. Además, la decisión de transformar el logo entra dentro de las intenciones del director creativo de recuperar la esencia retro de los años 90. Una etapa de oro de Calvin Klein, ya que logró triunfar gracias a diseños sobrios, minimalistas y repletos de elegancia, que conquistaron a su fiel público.
Si tienes ropa de CK y según lees este texto estás pensando que se ha quedado antigua por el cambio de tipografía, no te preocupes. El lado bueno de ello es que, casi sin comerlo ni beberlo, tus prendas se han convertido en ‘vintage’, ya que nunca más se volverá a tejer ropa con el logo antiguo. Y sobra decir que lo retro cotiza al alza en los mercados de moda. No hay mal que por bien venga, demostrado queda.