Día de la Hispanidad | Los detalles de estilo más polémicos de Letizia

Con tantos defensores como detractores, los elecciones de estilo de la reina Letizia son siempre objeto de estudio y análisis. Con motivo del Día de la Hispanidad, y en un contexto plagado de interrogantes ante el desafío independentista catalán, la monarca se enfrenta a una prueba especialmente complicada, en la que los focos estarán más puestos que nunca sobre la figura de cada uno de los miembros de Casa Real. Una cita de obligado cumplimiento para los Reyes de España, que este año se contempla como la Fiesta Nacional más tensa de los últimos tiempos, y en la que la elección del look de la Reina será más importante -y estudiada- que nunca, como un arma más para transmitir mensajes al conjunto de españoles.

Sin embargo, y pese a apostar en la inmensa mayoría de ocasiones por estilismos sobrios y elegantes que persiguen la más absoluta discreción, algunos detalles de los ya 13 outfits que la consorte ha lucido durante las celebraciones del día festivo han colocado a Letizia, una vez más, en el ojo del huracán.

Para el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y el tradicional desfile militar del año pasado, la Reina confió una vez más en las manos de su modisto de cabecera, Felipe Varela, con un diseño en blanco roto con bordados florales en negro. Una elección muy comentada -y criticada- por el enorme parecido entre el vestido-abrigo de tweed de lana escogido por Letizia para el gran día, con una creación de Oscar de la Renta, presentada en el año 2011 sobre la pasarela neoyorquina. Una discutible situación protagonizada por un presunto plagio, en la que Varela se ha visto envuelto en más de una ocasión.

En 2010, Letizia ignoró el protocolo. Mientras que el código de vestimenta de la Fiesta Nacional señala vestido corto o falda para las mujeres, la Reina se convirtió en el centro de las críticas al acudir al desfile con un look protagonizado por un pantalón gris de pata de elefante firmado por su modisto fetiche.

Las críticas continúan y, en 2007, la soberana confió por primera vez en Felipe Varela con un vestido azul con escote en V y detalles de pedrería, que complementó con unas desafortunadas medias grises y zapatos a juego para esta cita, que tiraban por tierra el resultado final del look. Además, ese mismo año la Reina apostó por un peinado con ondas marcadas, que tampoco recibió aprobación por los entendidos en moda y belleza.

Como excepción en 2015, cuando estrenó una chaqueta y vestido en crepé de lana azul marino, Letizia dejó la melena de lado para decantarse por el pelo recogido en un sobrio moño bajo. Un look beauty novedoso que, al igual que al siguiente año, rompía la regla no escrita establecida por la Reina cada 12 de octubre.

Los estilismos protagonizados por sastres en tweed de lana, las polémicas gafas de sol y los colores discretos y apagados, como los escogidos para 2011 y 2012, han sido otros de los elementos que han generado controversia en las elecciones de armario de Letizia para la Fiesta Nacional, y que han servido como herramienta para catalogar su imagen de plana y aburrida.