Kim Kardashian se hace con un Cartier de Jackie Kennedy
Esto es lo que le cuesta a Kim Kardashian ser madre por tercera vez
Jennifer Lopez y Kim Kardashian | Duelo de escotes en la fiesta NBCUniversal
Kim Kardashian continúa demostrando que si quiere, puede. Al parecer, la reina de los realitys siente una profunda admiración por la inolvidable Jackie Kennedy, y ha conseguido hacerse con una pieza histórica que pertenecía al joyero de la Primera Dama más estilosa de la historia. El precio a pagar nunca es demasiado alto y a la esposa de Kanye West no hay capricho que se le resista. Así, Kim ha triplicado con su oferta el valor monetario que la casa de subastas Christie’s de Nueva York anticipaba que alcanzaría el valioso objeto que lucía en su muñeca la que fuera esposa de John F. Kennedy.
El objeto es cuestión es un sencillo y clásico reloj de pulsera, en caja de oro de 18 quilates de forma rectangular de Cartier, que esconde una emocionante historia bajo la inscripción grabada en el reverso: “Stas to Jackie, 23 Fed. 63. 2.05 AM to 9.35 PM”. El complemento es un obsequio del cuñado de Jackie, el príncipe Stanislaw Radziwill (apodado bajo el nombre Stas) esposo de la hermana menor de la que fuera la Primera Dama, con el que mantenía una profunda relación de amistad. En concreto, el regalo hace referencia a una caminata de 80 kilómetros en la que Jackie y su marido participaron en varios tramos en Palm Beach (Florida), aunque no tomaron parte de manera directa, meses antes del asesinato de JFK.
La puja comenzó por 120.000 dólares, pero, dado el interés suscitado, la socialité del clan Kardashian, bajo la identidad de comprador anónimo, acabó desembolsando un total de 280.000 dólares (alrededor de 340.000 euros) para hacerse con su nuevo capricho.
Junto al exclusivo reloj, también se subastó una sencilla pintura de dos personas caminando realizada por la propia Jackie, que rezaba una inscripción similar a la que se puede leer en el reverso de la joya, y que ya forma parte del patrimonio Kardashian.
Así, la empresaria, que acaba de lanzar su propia línea de maquillaje, se convierte en la nueva propietaria de las piezas históricas que en algún momento pertenecieron a la que fuera Primera Dama de los Estados Unidos.