Estilo

Una manera diferente de viajar

La espectacular experiencia de dormir en un faro

  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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Desde hace algún tiempo, asistimos al parcial ocaso de los hoteles convencionales en pro de otra clase de alojamientos, que apuestan por la cercanía absoluta a la naturaleza y sus elementos o por ser protagonistas de una historia de la antigüedad. Así ha ido proliferando la aparición de caravanas, castillos, burbujas o faros, convertidas en auténticas experiencias para el viajero más exigente.

Un momento, ¿en un faro? Sí, y es que hasta ahora se podía disfrutar de cobijos cercanos a uno, pero no ha sido hasta recientemente cuando uno de ellos se ha convertido en el primer hotel de España con esta particularidad. Emplazado en Isla Pancha (Lugo), ‘El Faro’ ya ha abierto sus puertas a los huéspedes que deseen alojarse en plena Ría de Ribadeo, un entorno asombroso formada por la desembocadura del río Eo en el Mar Cantábrico.

Es un faro con una tradición centenaria, ya que comenzó a funcionar en 1860 y lo hizo hasta 1983, aunque se readaptó en 1949. No obstante, para rehabilitarlo como hotel ha habido que esperar bastantes años, habiéndose necesitado la concesión como explotación turística, lograda en 2013 tras seis peticiones formales al Consejo de Ministros y un sinfín de papeleos. Además, su promotor debe pagar un canon anual de entre 15.000 y 18.000 euros.

Las inmejorables vistas del Faro de Isla Pancha / Facebook

Ahora, las instalaciones del faro se han dividido en dos apartamentos de unos 40 m2 cada uno con capacidad para albergar hasta a cuatro personas. Alojarse en él cuesta 200 euros por noche en temporada baja y 400 € en época alta. Se trata de un sitio con un encanto propio, gracias a su inigualable ubicación y a elementos como la escalera de caracol que conduce hasta la linterna; un lugar ideal para quedarse absorto y perderse en la inmensidad del horizonte.

Hasta ahora, había varios hoteles cercanos a las instalaciones de un faro o en cabos como Finisterra y Creus, a pocos metros del nivel del mar. Entre los más conocidos y recomendables se encuentran El Far de Llafranc (Girona), el Semáforo de Bares (A Coruña) o el situado en Maspalomas (Gran Canaria), donde el sol está siempre garantizado. Unas vacaciones siendo testigos directos de la fuerza y el bravío de las aguas gallegas, sin que nada ni nadie moleste. La oferta no suena nada mal…

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