¿Cuántas damas de honor puede haber en una boda?
Las damas de honor juegan un papel muy importante en las bodas
Las bodas cuentan con muchas personas que juegan un papel muy importante en un día tan especial, como por ejemplo los novios, padrinos, testigos, damas de honor, niños de arras, etc. Si quieres saber cuántas damas de honor puede haber en una boda, sigue leyendo y te damos los detalles sobre un papel que cada vez tiene más presencia en esta celebración.
Hasta hace poco no era muy habitual ver damas de honor en las bodas de nuestro país, es algo que siempre se ha visto más en lugares como Estados Unidos, tal y como podemos comprobar en multitud de películas. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años y son cada vez más mujeres las que quieren contar con una dama de honor en su boda.
¿Quiénes son las damas de honor?
A la hora de elegir una o varias damas de honor, lo más habitual es que sean mujeres muy cercanas a la novia, como hermanas, primas, amigas, etc. También podrían ser chicos, está más visto que sean chicas pero en muchos casos también han sido chicos. Es curioso que, antiguamente, las elegidas para ser damas de honor debían ser solteras, pero hoy en día ya no se tiene en cuenta el estado civil, es más importante la cercanía con la novia.
¿Cuántas debería haber?
Realmente no existe un número determinado, aunque el protocolo dice que lo ideal sería que hubiera una dama de honor por cada 40-50 invitados. No es una norma escrita por lo que cada pareja puede optar por la cantidad que mejor se adapte a su boda, especialmente al saber sus funciones para así asegurarse de que todas estarán cubiertas.
En los novios se ha puesto de moda elegir “best men”, que es lo mismo que las damas de honor pero para las novias. Si también habrá en tu boda, el número de best men debe ser el mismo que de damas de honor, en caso de haber ambos.
¿Qué hacen las damas de honor en las bodas?
Entre las funciones más importantes de las damas de honor está ayudar a la novia en todo lo relacionado con su vestido, desde acompañarla a elegirlo, buscar complementos o vestirse el día de la boda.
También deben colocar los detalles para los invitados en sus platos, sujetar el ramo siempre que sea necesario, colocar bien la cola del vestido en todo momento y, en definitiva, encargarse un poco de todo para que la novia se centre única y exclusivamente en disfrutar de su gran día.