Cómo preparar un bálsamo de miel para los labios en casa
¡Es muy sencillo!
Los labios son una de las zonas más delicadas del rostro, y sufren especialmente en otoño e invierno por las bajas temperaturas. El frío provoca que se agrieten con más facilidad y una sensación de tirantez que resulta muy molesta. Por suerte, hay soluciones fáciles y sencillas como este bálsamo de miel para los labios que puedes preparar en casa de forma rápida y sencilla.
Bálsamo de miel para los labios: cómo prepararlo y aplicarlo paso a paso
Los ingredientes para elaborar este bálsamo casero son muy sencillos: dos cucharadas de miel pura de abeja, una cucharada de aceite de oliva y tres gotas de aceite esencial de árbol de té.
El primer paso es mezclar la miel con el aceite de oliva. Una vez estén bien mezclados ambos ingredientes, se añade el aceite esencial de árbol de té. Una vez listo el remedio, se vierte en un recipiente de cristal con cierre hermético y se deja enfriar durante 12 horas.
¿Cómo aplicar el bálsamo? Se aplica un poco de producto en la yema del dedo corazón, y se extiende sobre los labios, de dentro hacia fuera, con un suave masaje hasta que se haya absorbido. Se puede repetir varias veces al día.
Una solución casera estupenda para que este otoño e invierno no se agrieten los labios. Además de dar muy buenos resultados, es muy económica.
¿Cuáles son los beneficios?
La miel pura de abeja es uno de los mejores ingredientes que existen para el cuidado de los labios gracias a sus propiedades antioxidantes e hidratantes, que la convierten en un humectante natural. Un gran remedio para evitar la sequedad en los labios, y, además, los suaviza y favorece su regeneración.
Por su parte, el aceite de oliva es excelente para decir adiós a los labios agrietados. Los hidrata y los mantiene húmedos, al tiempo que aporta brillo.
Recuerda que la hidratación es clave para lucir unos labios suaves y sin grietas. Este bálsamo de miel para los labios no hay que aplicarlo solo cuando estén mal, sino siempre. La hidratación constante es la única forma de que permanezcan sanos y suaves.