El viaje secreto de Meghan Markle a uno de los lugares más especiales para la Reina Isabel
La duquesa de Sussex visitó en 2015 la isla de Malta
Lo hizo para explorar su herencia familiar
Además de promocionar de los Juegos Invictus, el reciente viaje de los duques de Sussex a Nigeria sirvió también para que Meghan Markle pudiera entrar en contacto con sus raíces nigerianas, después de que se conociera que la esposa del príncipe Harry tiene vínculos con el país. Un viaje en el que la pareja ha sido tratada como autoridades y que ha despertado muchas ampollas en el Reino Unido, sobre todo, entre los Windsor, porque hay que recordar que Meghan Markle y el príncipe Harry llevan varios años alejados de la primera línea por su expreso deseo.
Más allá de estas cuestiones, ahora se acaba de saber que esta visita a Nigeria no ha sido la única que Meghan Markle ha hecho para explorar sus raíces, sino que, hace casi una década, también hizo otro viaje, en este caso, a Europa, por el mismo motivo.
En aquel momento no conocía al príncipe Harry y, probablemente, no se podía imaginar que, años más tarde, acabaría casándose con uno de los nietos de la Reina Isabel pero, casualidades del destino, su viaje fue a uno de los lugares más especiales para la monarca.
La ex actriz se trasladó en 2015 hasta Malta, con el objetivo de explorar sus raíces inglesas e irlandesas. Meghan Markle escribió sobre cómo había logrado encontrar su lugar como mujer mestiza en Estados Unidos, en un reportaje para la revista Elle, mientras se dirigía a Malta para conocer más detalles de su herencia familiar.
La tatarabuela de Meghan Markle, Mary Bird, nació en Malta a mediados del siglo XIX, según los registros a los que tuvo acceso la duquesa de Sussex. Era hija de Thomas Bird, un soldado raso del 22 regimiento (Cheshire), y vivía con su esposa irlandesa en una guarnición en Malta, que en ese momento era una colonia británica.
Durante su viaje, la nuera del rey Carlos III tuvo la oportunidad de explorar su ascendencia familiar, así como conocer el lugar en el que había nacido su tatarabuela. Kurt Arrigo, un fotógrafo encargado por la Autoridad de Turismo de Malta, tomó algunas imágenes de la duquesa de Sussex en este viaje y, en unas declaraciones para el Daily Mail, ha comentado cómo fue su experiencia con ella: «Fue un momento agradable, resultó muy fácil trabajar con ella porque había trabajado como modelo y en sesiones de fotos antes. Sabía qué hacer, cómo posar y cómo actuar», ha dicho.
El vínculo con la Reina Isabel
Aunque el viaje de Meghan Markle a Malta no tenía nada que ver con los Windsor, lo cierto es que Malta es un lugar muy especial para la Familia Real, en especial, para la Reina Isabel y el príncipe Felipe de Edimburgo.
Hay que recordar que la pareja pasó allí una de las etapas más felices de su vida, antes de que el peso de la Corona cayera sobre los hombros de la madre del rey Carlos III, tras la prematura muerte de su padre. El príncipe Felipe, en su período como militar en activo, estuvo destinado allí y, como es lógico, la entonces princesa Isabel se trasladó junto a su marido en los primeros años de matrimonio. Una etapa de la que ambos siempre hablaban como una de las más tranquilas y felices de su vida.