Doña Sofía apuesta por la solidaridad en Ibiza mientras Juan Carlos I centra el foco en sus memorias
La Reina Sofía ha presidido en Ibiza una reunión con la Federación Española de Bancos de Alimentos
Su estancia coincide con el regreso del Rey Juan Carlos I a España y la publicación en Francia de sus memorias
Mientras Sofía refuerza su imagen institucional y solidaria, el emérito reaparece con una estrategia más personal y simbólica
En un día cargado de simbolismo para la Casa Real, la Reina Sofía ha presidido este miércoles en Ibiza una reunión con representantes de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), en el marco de la próxima Gran Recogida de Alimentos 2025, una campaña solidaria que aspira a alcanzar el equivalente a diez millones de kilos de comida. El encuentro, celebrado en las instalaciones del Banco de Alimentos de Baleares, ha tenido como objetivo fortalecer las líneas de cooperación entre la organización y la Fundación Reina Sofía, que ha anunciado una donación de 20.000 euros para apoyar la iniciativa.
Según el comunicado difundido por la Fundación, durante la reunión se abordaron los retos actuales del Banco de Alimentos, entre ellos el aumento de la demanda de ayuda alimentaria y las dificultades logísticas derivadas del encarecimiento de los productos básicos. La campaña, que se celebrará entre el 7 y el 9 de noviembre, pretende atender las necesidades de más de un millón de personas vulnerables en toda España. Desde FESBAL han agradecido el apoyo de la reina emérita y han subrayado «el valor del compromiso sostenido en el tiempo» que la institución mantiene con la lucha contra la pobreza alimentaria.
A primera hora de la tarde, Sofía de Grecia fue vista en el centro de Ibiza, acompañada por el alcalde Rafael Triguero y otras autoridades locales. La monarca mostró su cercanía interesándose por los efectos de la DANA que azotó la isla hace unos meses, visitando algunas de las zonas más afectadas. Fiel a su estilo discreto y sereno, la Reina emérita optó para la ocasión por un conjunto de pantalón negro de corte recto y chaqueta vichy en tonos amarillos y negros, un atuendo sobrio que no eclipsó el carácter institucional de su visita.
La estancia de la Reina Sofía se prolongará hasta este jueves 6 de noviembre, cuando inaugurará el XI Congreso Nacional de Alzheimer, organizado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) en el Recinto Ferial de Ibiza. Bajo el lema Rompiendo Fronteras, el encuentro reunirá a centenares de expertos internacionales para abordar los avances en investigación, los nuevos tratamientos y los desafíos sociales y políticos que plantea esta enfermedad. Sofía, que preside de manera honorífica la Fundación Alzheimer España, mantiene desde hace décadas un compromiso activo con la salud y la investigación neurodegenerativa, consolidando una agenda de trabajo centrada en el servicio público y la acción humanitaria.
Pero la jornada de este miércoles no solo ha tenido relevancia por la agenda solidaria de la reina emérita. En un curioso paralelismo temporal, Juan Carlos I regresaba a España tras varias semanas fuera del país, justo el mismo día en que se publicaban en Francia sus memorias, tituladas Reconciliación y escritas junto a la historiadora Laurence Debray. El Rey emérito aterrizó a mediodía en el aeropuerto de Vigo, saludando brevemente a los medios antes de desplazarse a Sangenjo, donde participará en las regatas del Desafío Barceló, una cita deportiva que decidirá el título nacional de la Liga Xacobeo 2025.
El contraste entre ambos movimientos es evidente: mientras Sofía de Grecia refuerza su imagen institucional y solidaria, Juan Carlos I reaparece en un contexto de nostalgia y estrategia personal, coincidiendo con el lanzamiento internacional de su autobiografía. En sus páginas, el ex monarca repasa los episodios más controvertidos de su vida, desde su marcha a Abu Dabi hasta su relación con la Familia Real, y busca según ha declarado Debray, «reconciliarse con su pasado, su familia y su país».