Sin tregua para la Reina Isabel: nueva pérdida tras empezar el año
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El 2022 no ha empezado especialmente bien para la Reina Isabel. Después de cerrar el 2021 con uno de sus mensajes de Navidad más emotivos, la monarca ha dado la bienvenida al año nuevo enfrentándose a una dura pérdida. Tal como se ha podido confirmar, Lady Farnham ha fallecido a los noventa años de edad.
Lady Farnham era una de las personas más cercanas a la Reina. Dama de honor de Isabel II, además de su dama de alcoba desde el año 1987. Diana Farnham fue uno de los firmes apoyos de la soberana a lo largo de las últimas décadas, especialmente en el último jubileo de Su Majestad, en el año 2012, cuando acompañó a la Reina en uno de los actos a raíz de una indisposición del duque de Edimburgo
Fuentes cercanas a Isabel II aseguran que esta pérdida es ‘muy dolorosa’ para la soberana, no solo porque estaba muy unida a Lady Farnham, sino porque en los últimos tiempos han sido varias las personas a las que ha tenido que despedir, más allá de su marido, el duque de Edimburgo, el pasado mes de abril. A principios del mes de diciembre, la monarca decía adiós a la duquesa de Grafton, una de sus grandes amigas, a los 101 años. Ann Fortune FitzRoy, estuvo presente en algunos de los momentos más importantes de la vida de la Reina, como su coronación, o varios de sus viajes oficiales. Además, fue muchos años la encargada de los estilismos de la Reina.
Según ha trascendido,Lady Farnham falleció el 29 de diciembre, solo cuatro días después de Navidad. Con ella, la Reina solía disfrutar de paseos por los alrededores de Windsor. Se ha comentado que era una mujer entrañable, muy generosa y con un gran sentido del humor, con raíces irlandesas y que estuvo casada con Barry Maxwell, duodécimo barón de Farnham, hasta su muerte en 2001.
Al borde de los noventa y seis años y a punto de celebrar siete décadas en el trono, los últimos tiempos han sido especialmente difíciles para la Reina Isabel. No solo por las duras pérdidas a las que ha tenido que hacer frente, sino por la situación compleja que rodea a la Corona. Una institución con la que mantiene un férreo compromiso a pesar de todo. De hecho, en ningún caso parece dispuesta a ceder el paso a las nuevas generaciones, al menos, de momento.
Como ella misma aseguró en su reciente discurso de Navidad, “la vida consiste en principios, pero también en finales”. Si su padre tuvo un reinado inesperado y breve, lo cierto es que en su caso no solo está siendo largo y lleno de momentos complicados, sino que en estos últimos tiempos le está tocando pagar el precio de una genética privilegiada que la ha llevado a convertirse en una de las monarcas más longevas. Y es que una vida larga siempre conlleva dejar atrás a quienes van marchándose antes que tú.