Don Juan Carlos, un vino de 70 euros y mesa para seis antes de ausentarse de Palma
El emérito se reúne con grandes amigos y sus esposas para cenar
Juan Carlos I estuvo muy cómplice con Alicia Koplowitz
Juan Carlos I tenía otros planes. En su cabeza no pasaba viajar a Palma de Mallorca. 48 horas antes de que Doña Sofía, la reina Letizia y Felipe VI recibiesen a las autoridades en la Almudaina, y mostrasen evidentes gestos de concordia para templar los ánimos, el emérito disfrutó de una cena con amigos. Una velada llevada a cabo en ‘El Trasgu’, un exclusivo restaurante de Torrelodones (Madrid) donde compartió mesa con otros cinco rostros conocidos, tal y como cuenta ‘LOC’.
El empresario Plácido Arango y el exministro socialista Javier Solana -acompañados de sus dos mujeres- completaron una mesa en la terraza del local en la que también se encontraba Alicia Koplowitz, que llegó junto al rey Juan Carlos. Se sentaron juntos y demostraron una gran conexión durante la cena, llegando a cogerse de la mano cariñosamente en alguna ocasión. La empresaria española y el padre de Felipe siempre han tenido una buena sintonía, se entienden bien y por eso, durante un momento de la cena, Koplowitz se dirigió al Rey en los siguientes términos: «Nos necesitamos».
En el plato del monarca una ensalada de burrata, sugerencia de la casa, y -cómo no- un gran caldo para regar el paladar. Don Juan Carlos I es un gran apasionado de los buenos vinos y quien le conoce cuenta que no bebe otra cosa. Para la ocasión escogió un Rioja Contino Villa del Olivo, cuyo precio ronda los 70 euros.
Como curiosidad, cabe destacar que el restaurante que eligieron está catalogado como uno de los más selectos de Madrid y que tiene unas espectaculares vistas desde su terraza (una de las cinco mejores de Europa) al skyline de la capital. Su cocina está especializada en carnes preparadas al horno de leña, pescados traídos diariamente del Cantábrico y arroces caldosos. La carta la firma el chef Carlos España y tiene un precio medio de 50 a 70 euros
La cena transcurrió ante el atónito de las mesas de alrededor. Los ilustres protagonistas compartieron risas y procuraban taparse la boca para que nadie descubriese sus temas de conversación. Sí se sabe que Juan Carlos I hizo alarde de su gran sentido del humor y enseñó un meme suyo vestido de árabe que generó la carcajada general. Siempre está bien reírse de uno mismo.
Se desconoce si trataron el delicado tema de la filtración de los audios de Corinna que tanto daño han hecho a la figura del rey Juan Carlos. Hay quien dice que su decisión de no viajar a Palma responde a su deseo de alejarse de la polémica y del foco mediático. A la par, su esposa, hijo y nuera daban imagen de normalidad a casi 700 kilómetros de distancia. Con un aparente buen estado físico, el emérito no evidenció signos de fatiga ni problemas de salud durante las cuatro horas que duró la velada de amigos.