La inesperada ‘reprimenda’ de Carlos III a la princesa de Gales en su momento más delicado
La Casa Real Británica está adoptando una política de transparencia sobre el estado de salud del monarca
Siguen sin conocerse los detalles de en torno a la princesa de Gales y los motivos de su operación
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El Palacio de Buckingham anunciaba este lunes a última hora de la tarde que el Rey Carlos III tiene cáncer. Apenas unos días después de que el monarca abandonara la London Clinic tras someterse a un procedimiento quirúrgico por una hiperplasia benigna de próstata, fuentes oficiales han confirmado que, durante el procedimiento se identificó una forma de cáncer, sin entrar en más detalles. Tal como han revelado, el monarca ya ha comenzado un programa de tratamientos específicos, durante el cual los médicos le han aconsejado que se mantenga alejado de los compromisos públicos, aunque ello no implica que no pueda atender otros asuntos.
La noticia del cáncer del rey Carlos III ha generado cierta alarma en el Reino Unido, sobre todo, porque en estos momentos también su nuera, la princesa de Gales, se encuentra convaleciente tras someterse a una intervención en el mismo hospital. Sin embargo, la gestión de la información de ambos asuntos relacionados con la salud de dos de los miembros más importantes de la monarquía ha resultado muy dispar. Mientras que de Catalina Middleton no se sabe más que está recuperándose en su residencia de Windsor, en el caso del rey se ha tratado el asunto con mucha más transparencia. Algo que, por cierto, resulta una novedad en la Familia Real, ya que antes apenas se daba información sobre la salud de los miembros de la institución, especialmente de la Reina Isabel o del príncipe Felipe.
El llamativo detalle del comunicado
Al igual que ocurrió cuando se confirmó el ingreso del monarca en la London Clinic, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado para confirmar el diagnóstico de cáncer del rey Carlos. Un extenso texto en el que el que, además de revelar que se le había encontrado una forma de cáncer, se anunciaba que el jefe del Estado ya había empezado un programa de tratamientos.
Asimismo, en el comunicado, el rey Carlos III aprovechaba para agradecer al equipo médico la rápida intervención y sentenciaba que había decidido compartir el diagnóstico «para evitar especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a la comprensión pública de todos aquellos en todo el mundo afectados por el cáncer». Unas palabras que en el contexto actual que vive la Familia Real en términos de salud toman un significado especial.
Y es que la princesa de Gales ha optado por mantener en secreto su diagnóstico, lo que ha generado numerosas especulaciones que incluso han repercutido en su popularidad. Con esta decisión, el rey Carlos III quiere marcar cierta distancia con la política que ha adoptado su nuera, con la que mantiene una estrecha relación, pero evitar que se hagan conjeturas que puedan afectar a su imagen. Quizás siente un precedente para que más pronto que tarde conozcamos más detalles de lo que le ha ocurrido a Catalina Middleton, más allá del escueto comunicado en el que se descartaba que fuera cáncer o el desmentido por parte de Kensington tras las supuestas filtraciones que apuntaban a que se había llegado a temer por su vida.