Derroche de complicidad entre la Reina y el príncipe Guillermo en la semana más importante de los Windsor
La reina Isabel ha viajado a Escocia para participar en los actos de la tradicional Royal Week acompañada por su nieto el príncipe Guillermo, apenas unos días antes de que se inaugure la estatua en recuerdo a Diana de Gales.
La reina Isabel ya está en Escocia. En una semana clave para los Windsor, Su Majestad no ha querido faltar a una de las citas más importantes de su agenda, la Royal Week, que el pasado año no pudo celebrarse debido a la pandemia. La soberana ha dado el pistoletazo de salida a su agenda con un compromiso conjunto con su nieto el príncipe Guillermo, que recibe el título de conde de Strathearn mientras se encuentra allí.
Vestida en un vibrante azul -un claro guiño a la bandera escocesa- y sin perder en ningún momento la sonrisa a pesar de los difíciles momentos por los que ha pasado en los últimos tiempos, la Reina ha viajado a la ciudad de Cumbernauld junto al Príncipe. Allí han visitado la fábrica de AG Barr y han inaugurado oficialmente una nueva instalación de proceso, así como una placa conmemorativa de la visita. El hijo mayor de Carlos de Inglaterra ha podido probar uno de los sabores de la popular bebida y se le ha visto en todo momento en actitud cómplice con la Reina, de quien se ha convertido en uno de los mayores apoyos.
La Reina y el Príncipe han podido conocer de primera mano la historia de la fábrica, que lanzó su primera bebida en el año 1901. Se trata de IRN-BRU, un refresco carbonatado que contiene 32 sabores. En la fábrica, la monarca y su nieto también se reunieron con los empleados, que no dudaron en explicarles el funcionamiento de la empresa y sus aportaciones a la comunidad local.
Este ha sido el primero de los compromisos de la Reina durante esta semana en Escocia, en la que contará con la compañía de manera alternativa, del príncipe Guillermo y la princesa Ana. Isabel II va a estar alojada en estos días en la que es su residencia oficial en Edimburgo, el Palacio de Holyrood, ya que Balmoral pertenece al ámbito privado.
Esta semana es muy significativa para la familia real. El jueves estña prevista la inauguración de una estatua en recuerdo de Diana de Gales en los jardines del Palacio de Kensington, con motivo del que hubiera sido su 60 cumpleaños. Una cita a la que acudirán los príncipes Harry y Guillermo, así como otros familiares de la Princesa, pero nadie más del entorno de los Windsor.
El duque de Sussex llegaba el pasado fin de semana a Londres procedente de Los Ángeles y por ahora no se le ha visto en público, de hecho, no parece probable que vaya a mantener encuentro alguno con otros miembros de la familia más allá de su hermano, debido a las tensiones crecientes de los últimos meses.