Así será la princesa Carlota en 2037: el asombroso parecido con Kate Middleton de su retrato robot
Una recreación creada por Inteligencia Artifical ha pronosticado cómo será la princesa Carlota en 2037
La segunda hija de los príncipes de Gales tendrá unos rasgos faciales muy sofisticados y similares a los de su madre
La imagen de la princesa Carlota llega en un momento clave para la Familia Real británica
El avance de la Inteligencia Artificial como máquina con un intelecto de tipo general similar al humano es uno de los objetivos más ambiciosos que se ha planteado la ciencia. Prueba de ello son las múltiples y útiles aplicaciones que esta tecnología ha desarrollado ya, como los sistemas tecnológicos que procesan el lenguaje, los mecanismos que son capaces de identificar las transacciones que son potencialmente fraudulentas o de automatizar tareas repetitivas; así como las recreaciones de ciertas imágenes a futuro. Y es esto último, precisamente, lo que ha permitido a los medios de comunicación hacerse eco de cómo será la princesa Carlota de Inglaterra en unos años. Concretamente, en 2037, cuando tenga 22 años.
Según una recreación creada por IA y recogida por la revista Point de Vue, la segunda hija de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, tendrá unos rasgos faciales muy sofisticados y similares a los de su madre. La ilustración muestra a Carlota con el cabello largo y castaño, con unos reflejos rubios, así como con un estilo muy formal a la hora de vestir. Del mismo modo, en este ‘retrato robot’, la princesa luce una mirada imponente y autoritaria, con las cejas delineadas y las mejillas estilizadas. «Así es, según proyecciones de Inteligencia Artificial, cómo podría verse Carlota, la princesa de Gales, 2037», reza la citada publicación.
Para hacer la reacreación, la IA podría haber tomado de ejemplo una instantánea de la princesa Carlota durante la coronación, en mayo de 2023, de Carlos III como Rey del Reino Unido. Tal día, Carlota de Gales sorprendió con un vestido en color hueso de la misma firma que el que lució su madre, el diseñador londinense Alexander McQueen. El estilismo constaba de un vestido midi con capa con capelina con botonadura frontal y cuello mao, muy parecido al que luce en la imagen ficticia; y una corona con bordados vegetales en el frente. Para sus pies, escogieron unos zapatos blancos con tira en el empeine a juego con el resto del estilismo.
Carlota de Inglaterra ocupa actualmente el puesto número tres en la línea de sucesión al trono británico y de los reinos de la Commonwealth, también conocida como Mancomunidad de Nacionales, detrás su padre y de su hermano mayor, el príncipe Jorge. Es por ello que, al margen de lo anterior, son varias las veces que se ha especulado con el físico de la niña y su parecido con sus progenitores e incluso con su abuela paterna, la fallecida Diana de Gales o con su bisabuela, la Reina Isabel II.
Actualmente, es digno de mención que la princesa Carlota guarda una gran similitud con su padre. Tanto es así que, en un acto público en enero de 2020 al centro Khidmat de Bradford, Guillermo confundió una foto de cuando era niño con una de su pequeña. «¿Ese soy yo?», dijo el príncipe de Gales quien, incrédulo, repitió: «¿No se parece a Charlotte? Oh Dios mío, se parece a Charlotte. Es increíble, no había visto una semejanza tan parecida», comentó.
La princesa Carlota dejará de ser princesa cuando su padre ascienda al trono
La imagen ficticia de la princesa Carlota llega en un momento clave para la Familia Real británica debido a la oleada de reacciones que ha suscitado la convalecencia de de Kate Middleton, quien se recupera de una cirugía abdominal desde el pasado mes de enero. En los últimos días, la prensa del país compuesto por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, han asegurado que la princesa Carlota será la primera alteza británica que no es superada por un hermano menor en la línea de sucesión.
Sin embargo, el día que su padre, el príncipe Guillermo, ascienda al trono, la pequeña vivirá un acontecimiento importante. Carlota perderá su título de princesa a consecuencia de las estrictas normas de sucesión que rigen en la Familia Real británica. La niña dejará de ser princesa, pero podrá optar –y optará, no nos cabe la menor duda– a otros títulos.