Alarma en Dinamarca por las fiestas del príncipe Christian
El hijo mayor de los reyes disfruta al máximo de su juventud
Hay preocupación por su poca presencia oficial
Desde que Federico de Dinamarca se convirtió en rey el pasado mes de enero tras la abdicación de la reina Margarita, su hijo mayor, el príncipe Christian, pasó a ser el heredero, con todo lo que ello implica. A sus 18 años, a pesar de que ahora tiene mayores responsabilidades, no deja de ser un adolescente y, como tal, aprovecha para disfrutar de su tiempo libre todo lo que puede, en compañía de su grupo de amigos. Sin embargo, su comportamiento está generando algunas polémicas en Dinamarca, donde esperan que el heredero tenga una actitud más comedida y no llame la atención con sus salidas y sus fiestas. Algo que, por cierto, recuerda a la juventud rebelde de su padre.
Hace algunos años, el hijo mayor de los reyes Federico y Mary de Dinamarca estuvo en el punto de mira cuando vio la luz un vídeo grabado en un exclusivo club en una estación de esquí en el que se veía al príncipe Christian rociando champán a sus compañeros. Un clip que generó una gran polémica en Dinamarca y por el que la Casa Real tuvo que salir al frente y decir que se trataba de una forma de comunicación entre jóvenes, a la que no había que dar mayor importancia.
Sin embargo, a pesar de este escándalo, la actitud del príncipe, ahora heredero, no ha cambiado mucho. A lo largo de este verano se han publicado nuevas imágenes del hijo mayor de los reyes Federico y Mary de Dinamarca disfrutando de varias jornadas de fiesta, como en la celebración de su graduación, donde se le pudo ver muy animado y bebiendo cerveza.
Una imagen negativa
Tal como informan algunos medios nórdicos, en Dinamarca no se tiene una percepción especialmente positiva del príncipe Christian, sobre todo, porque se recuerda el pasado rebelde de su padre, al que se conocía como el ‘príncipe Turbo’. Es más, preocupa la posibilidad de que su comportamiento le pase factura en el futuro, más allá de que su juventud podría ayudar a que se comprenda su actitud.
Jakob Steen Olsen, experto en la Familia Real de Dinamarca, ha hecho unas declaraciones al podcast Kongehuset i kulissene. Según sostiene, las fiestas del príncipe Christian pueden hacerle un daño sustancial a su reputación, sobre todo, de cara al futuro. «El problema es si se asocia su imagen a la de la fiesta constante. Esto puede suceder muy rápidamente, sobre todo, si solamente se le ve en este contexto, y no en actos oficiales», sentencia el experto. Ahora mismo, el príncipe apenas tiene agenda por lo que no se le ve mucho en compromisos oficiales.
Sería muy positivo que los reyes se plantearan ampliar la presencia pública del heredero, para que así se pudiera contrarrestar su imagen de juerguista y ofrecer una faceta comprometida y seria. Sobre todo, porque no hay que olvidar que Christian es quien encarna el futuro de la institución.