Los inesperados movimientos de la princesa Leonor en el desfile del 12 de octubre por la pertinaz lluvia
Sobre las once de la mañana y bajo una pertinaz lluvia, apareció el Rolls Royce de Patrimonio Nacional con Sus majestades Don Felipe y Doña Letizia. Una imagen que seguramente les trajo recuerdos del día de su boda y esa imagen de Letizia Ortiz cruzando la explanada de la Catedral de la Almudena para convertirse en princesa de Asturias. Detrás, en otro vehículo, la Princesa de Asturias, Leonor. Iban precedidos por la guardia real a caballo.
Por la intensa lluvia este año no ha habido saludo a los presidentes autonómicos. Enseguida la Familia Real, salvo la que está en su internado, han escuchado el himno de España acompañados de Pedro Sánchez, la ministra de defensa Margarita Robles y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Leonor, iba vestida con el uniforme de gala de la Armada ya que está en plena formación académica en la Escuela Naval de Marín consistente en gorro blanzo y azul marino con chaqueta marinera con botonadura dorada y palas rígidas portadivisas. Además, llevaba el toisón de oro, la banda de Carlos III, así como la gran cruz de la Orden Militar de Cristo que le otorgó Rebelo de Sousa. También lleva un nudo llano en su manga izquierda, que se da a los alumnos más aventajados y que no han tenido sanción alguna.
Sin duda, la princesa de Asturias ha desplazado del protagonismo a su madre que siempre era el centro de todas las miradas en los anteriores desfiles siendo este año la segunda vez que lo hace. Y es que Leonor es ya un gran referente dentro de la Institución por cuanto representa en la continuidad de la corona. Emocionante han sido muchos momentos pero probablemente cuando se ha entonado la famosa canción La muerte no es el final y que tanto el Rey Felipe como su hija y heredera la han entonado. También ha sido un momento de especial emoción y solemnidad cuando el Rey Felipe y la princesa de Asturias han depositado flores en honor de los caídos por la patria.
La lluvia apenas ha cesado en el comienzo del desfile aunque sí ha permitido al menos dar un poco de tregua a la llegada de Sus Majestades. No ha sucedido así momentos después cuando ha empezado a arreciar de tal manera que hasta en la tribuna de autoridades, tanto la Reina como la princesa de Asturias se han tenido que poner más a resguardo retirándose un poco hacia atrás, probablemente porque estaba entrando la lluvia en el suelo de la misma. Aún así enseguida han vuelto a sus posiciones con gestos de decir que no hay nada que hacer. Nunca un desfile había tenido una lluvia tan fuerte, tanto que ha habido momentos en los que apenas se veía a los soldados desfilar.
Lo que no ha podido parar la lluvia han sido los gestos de complicidad del Rey su hija, algo a lo que ya estamos totalmente acostumbrados. Como familia y como militares que son y en una jornada tan especial como es la celebración del día de las Fuerzas Armadas.
El momento en el que han desfilado los ex compañeros de doña Leonor de la Academia de Zaragoza, así como los actuales de la de Marín se ha visto sonreír con complicidad a la princesa de Asturias.
Finalmente la lluvia ha menguado bastante aunque lo que ha permitido que el desfile transcurriera con un poco más de normalidad.