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Tan solo 200 afortunados fueron los elegidos para disfrutar de la última recepción que Meghan Markle y el príncipe Harry ofrecieron este sábado tras la ceremonia. Hasta el Frogmore House -lugar al que se escapaban para vivir su noviazgo-se trasladaron ellos y los invitados sobre las siete de la tarde a una fiesta con tintes africanos y hawaianos en el que el colofón final fueron los fuegos artificiales de los que, por cierto, se quejaron algunos de sus vecinos a través de redes sociales.
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Aunque esta no fue la única de las sorpresas para los asistentes a la boda real. Y es que, según han publicado diarios británicos, pudieron disfrutar de dos estilos musicales muy diversos: actuaciones del mítico Elton John y también del DJ Sam Totolee, el DJ encargado de la música de la boda de Pippa Middleton. Precisamente para que las damas bailaran hasta altas horas de la madrugada y no estuvieran incómodas, Meghan escogió como detalle para las mujeres un regalo muy práctico: unas confortables zapatillas para cambiar por sus tacones.
Los mismos que fueron testigos desde cerca del vestido de Stella McCartney que para esta ocasión eligió la novia, disfrutaron de un menú de carácter ecológico en el que destacaron canapés elaborados por ingredientes orgánicos. Sin embargo, no fue el único plato con el que fueron agasajados. Se sirvieron hamburguesas, pizzas, algodón de azúcar y como bebidas, algunos cócteles entre los que destacaban la ginebra y el ron. Un día que quedará para siempre en el recuerdo de millones de espectadores.