Mejillones al cuello: la joya más atrevida de Máxima de Holanda
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El biopic que contará toda la verdad sobre Máxima de Holanda
Máxima de Holanda continúa cumpliendo con su agenda oficial después de participar esta semana en el servicio religioso de Acción de Gracias en recuerdo del duque de Edimburgo, junto al Rey Guillermo y la princesa Beatriz. Tras revelar este miércoles las dificultades que tuvo que afrontar a raíz de la muerte de su hermana Inés en el lanzamiento de una nueva iniciativa sobre salud mental, la Reina ha visitado la compañía High Eye en Dordrecht.
Se trata de una compañía que produce helicópteros no tripulados de largo alcance que capturan imágenes de drones para múltiples propósitos. Una visita que se ha centrado en las posibilidades que ofrece la cooperación regional para unir mejor la educación y el mercado laboral, el apoyo a los empresarios de las PYMES y la visión local de las pequeñas empresas y el Gobierno para el futuro.
Para esta cita, la Reina ha apostado por un look en tonos neutros, el camel y el negro. La esposa del Rey Guillermo ha lucido un abrigo en color camel de color clásico de Max Mara, que ha combinado con una falda de línea recta de Massimo Dutti y un jersey negro. Sin embargo, lo más llamativo ha sido los accesorios por los que se ha decantado.
La argentina no ha dudado en colocarse un nuevo collar con mejillones de Ineke Otte, con detalles de diamantes. Se trata de un collar nuevo, pero no del todo. Hace ya nueve años, durante una gira por los Países Bajos, se le regaló a la Reina esta peculiar pieza, pero no ha sido hasta ahora cuando Máxima de Holanda ha decidido estrenarlo. Ineke Otte es una exitosa diseñadora y artista de joyería. Sus piezas están disponibles en tiendas de museos, tiendas conceptuales y galerías de todo el mundo, incluso en el Museo MOMA de San Francisco (EE. UU.) y el Museo de Chicago (EEUU). De hecho, ha ganado diversos premios internacionales a lo largo de su carrera. Sus piezas destacan por inspirarse en motivos de la naturaleza, con colores vivos y siluetas atrevidas, no aptas para todos los públicos. El collar de Máxima, en concreto, está disponible en la web de la diseñadora por un precio de 150 euros en su versión más sencilla, pero hay uno de dos vueltas y pendientes a juego.
No es la primera vez que la Reina apuesta por complementos llamativos, pero es cierto que en esta ocasión, la elección ha resultado especialmente sorprendente. Imposible olvidar la colección de broches de diversos insectos que atesora la consorte, así como los diferentes pendientes y collares de gran tamaño y colores llamativos que ha lucido a lo largo de los años. Una prueba más de que Máxima de Holanda es la auténtica reina de la exageración y que quizás sea la única capaz de llevar este tipo de complementos con tanta maestría.