Escándalo en el colegio de la infanta Sofía por las presuntas fiestas secretas que han rebelado a los vecinos
La infanta Sofía lleva varias semanas en Gales en el el Atlantic College de donde también estudió su hermana, la princesa Leonor
El look de la infanta Sofía que se ha colado en La Goyesca
El ‘chic francés’ que comparten la Reina Letizia y la infanta Sofía
La infanta Sofía viajó a Reino Unido a finales del mes de agosto para comenzar una nueva etapa lejos de casa. Era la primera vez que la hija menor de los Reyes se marchaba de casa por un período tan prolongado de tiempo, ya que, en ocasiones anteriores ya había estado alejada de sus padres en etapas más breves, por ejemplo, en campamentos de verano a los que acudía con su hermana. Esta vez, Sofía ha seguido los pasos de la princesa de Asturias y estudiará dos años de Bachillerato Internacional en el Atlantic College.
Al igual que ocurrió con la heredera, desde la Casa Real distribuyeron una serie de imágenes de la salida de la infanta de casa, así como de su llegada a Gales. Sin embargo, desde entonces no se ha sabido nada más de cómo es el día a día de la hija menor de los Reyes en el centro escolar. Sí que tenemos constancia de algunas de las actividades que se han llevado a cabo en estos primeros días, dado que desde el colegio suelen compartir algunos posts en sus redes sociales, aunque no resulta posible ubicar a la hermana menor de la princesa Leonor.
Pero, al margen de las actividades que se han estado desarrollando en este comienzo de curso, lo cierto es que acaba de trascender que algunos vecinos no están muy contentos con la actitud de los estudiantes. El sistema de estudios del Atlantic College se caracteriza por fomentar la libertad de los alumnos y alumnas para tomar decisiones, así como por dar especial relevancia a las actividades extracurriculares y solidarias, sobre todo, a beneficio de la comunidad.
No obstante, dentro del programa de estudios también hay tiempo para la diversión. Por ejemplo, en la etapa en la que Leonor estuvo en el centro, se celebró una divertida fiesta ‘queer’ en la que sí se pudo ver a la princesa Alexia de Holanda disfrazada -no a la hija de don Felipe y doña Letizia-. Según ha confirmado el tabloide The Sun, los vecinos de la zona del valle de Glamorgan -donde está ubicado el colegio-, no están muy contentos con la actitud de los alumnos y alumnas, sobre todo, después de la tranquilidad de la que disfrutan los meses de verano, cuando apenas hay estudiantes.
Tal como han revelado varios vecinos al citado diario, la comunidad está cansada de las fiestas de los estudiantes, de hecho, han declarado abiertamente estar hartos de las juergas de los niños pijos. A pesar de que el colegio es conocido por ser una comunidad abierta a alumnos y alumnas de toda condición y origen, es cierto que al Atlantic College se le conoce como el Hippy Howgarts.
Las quejas de los vecinos se deben a que los estudiantes organizan fiestas nocturnas en zonas cercanos al pueblo o incluso el mismo pub local, que llega a quedarse sin existencias de alcohol por la gran demanda cerveza y cócteles. Evidentemente, no se tiene constancia oficial del paso de ningún royal por el local, conocido como el Horsehoe Inn, uno de los bares de referencia de la zona y en el que suelen reunirse los lugareños a pasar un rato tranquilo. Según las fuentes a las que ha tenido acceso el diario británico, los estudiantes ‘se desmelenan’ en el local, lo que supone una molestia.
Además de las fiestas en el citado local, los vecinos de la zona también se quejan del comportamiento de algunos estudiantes cuando salen del internado y visitan el pueblo e incluso han presentado una reclamación por el ruido que se escucha de algunas de las habitaciones del colegio a altas horas de la madrugada. Así lo asegura uno de los residentes, que recalca que los alumnos y alumnas le despiertan cada noche con el ruido que hacen al volver del pueblo a sus habitaciones.
Esta misma fuente comenta que, a pesar de que los estudiantes deberían portar un chaleco amarillo al salir de las instalaciones del centro para que se les vea en la oscuridad y evitar accidentes, no siempre cumplen con esta norma y en más de una ocasión casi se produce un accidente. Por su parte, desde el colegio han asegurado que los estudiantes cumplen con las normas y que en los últimos meses solo han tenido dos quejas oficiales por ruidos, que fueron tomadas en consideración por la dirección y sancionadas de la manera correspondiente.