Casa Real

FAMOSOS

Froilán, 27 años y una puntería cuestionable: del tiro en el pie a su exilio dorado en Abu Dabi

Froilán cumple este ueves, 17 de julio, 27 años

La mudanza a Abu Dabi de Froilán ha funcionado como un apagafuegos temporal

El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar ha protagonizado numerosas portadas a lo largo de los años

  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
    • Actualizado:

Froilán siempre será Froilán. El sobrino díscolo del Rey Felipe VI, ese joven que parece tener en su ADN el gen del caos, pero también una resistencia casi legendaria para navegar entre escándalos sin perder del todo el rumbo. A lo largo de sus 27 años, que este 17 de julio celebra con una mezcla de discreción y esa chispa irreverente que le caracteriza, ha sido capaz de convertirse en una figura que, pese a sus tropiezos, sigue despertando una curiosa fascinación. A nadie se le olvida aquel famoso episodio que marcó un antes y un después en su vida pública: el tiro en el pie. Literal.

En plena adolescencia, cuando aún no sabía del todo cómo manejar la fama ni las armas de fuego, un disparo accidental con una escopeta le llevó directo a las portadas. Más allá del dolor físico y el bochorno, aquella herida se convirtió en una metáfora perfecta para su trayectoria: un paso en falso con consecuencias visibles, pero sin que ello le detuviera. Froilán ha vivido siempre entre luces y sombras. Su paso por los colegios no fue precisamente un camino de rosas. Cambios, expulsiones y un expediente marcado por la dislexia y otras dificultades que, como revela Laurence Debray, la biógrafa oficial del Rey Juan Carlos, forman parte del lado menos conocido del nieto «favorito» del emérito. Esa mezcla de privilegio, complicaciones y una pizca de malicia que le ha hecho tan humano y menos estereotipado.

Froilán de Marichalar junto a su madre, la infanta Elena, en Las Ventas. (Foto: Gtres)

Aunque Froilán ha protagonizado momentos poco edificantes -como aquella famosa patada en la boda de los Reyes Felipe y Letizia, que impactó a Victoria López-Quesada y Borbón-Dos Sicilias, una niña de siete años entonces y dama de honor del cortejo nupcial-, el corte de manga a la prensa y su historial de juergas y enfrentamientos en discotecas, en los últimos años ha visto cómo su protagonismo mediático se ha visto eclipsado, en buena parte, por la popularidad como influencer de su hermana, Victoria Federica. La joven, con su estilo fresco y sus desplantes a la prensa, ha sido el foco de muchas miradas, desviando la atención que tradicionalmente recaía sobre Froilán. No obstante, cabe decir que, con el tiempo, ella ha mostrado una actitud más simpática y cercana, lo que ha suavizado esa sombra mediática que cubría a su hermano.

Desde hace un par de años, la jugada maestra ha sido su traslado a Abu Dhabi, donde vive cerca de su abuelo Juan Carlos I. Oficialmente, por motivos profesionales, pero en realidad, una estrategia para poner tierra de por medio, alejarlo de las cámaras y darle un respiro. Ese exilio elegido le ha sentado bien. No porque se haya vuelto santo, ni mucho menos, sino porque la distancia ha conseguido suavizar su perfil y darle espacio para replantearse su papel dentro y fuera de la familia del Rey Felipe VI. Froilán sigue teniendo ese punto canalla, esa chispa indómita que hace imposible prever sus próximos pasos. Pero también ha aprendido, con los años y la experiencia, que no todo puede ser una fiesta o un titular escandaloso. Que la fama es un arma de doble filo, y que a veces hay que saber cuándo bajar el volumen para que la vida no te consuma.

Froilán de Marichalar en el funeral de Fernando Gómez Acebo. (Foto: Gtres)

La última aparición de Froilán: una boda en Cádiz y un «te quiero» inesperado

El pasado 6 de julio, Felipe de Marichalar volvió a dejarse ver en suelo español tras semanas de discreción desde su «retiro» en Abu Dabi. Nada de actos oficiales ni compromisos institucionales: Froilán regresó por motivos puramente personales. Concretamente, para asistir a la boda de su amigo Jorge Juste Menchaca con la modelo Luana Castillo, celebrada en la exclusiva Finca El Cañuelo, en Tarifa (Cádiz), un enclave de ensueño con jardines de inspiración japonesa, vistas al Estrecho de Gibraltar y un monolito ancestral incluido. El tipo de lugar que parece sacado de un catálogo de bodas de revista, aunque con invitados que saben bien lo que es esquivar flashes.

Froilán y Candela Martínez Artalejo en una boda en Cádiz. (Foto: RRSS)

Froilán trató de pasar desapercibido. No hubo posado oficial, ni desplantes, ni gestos fuera de lugar. Sólo unas pocas imágenes compartidas por asistentes, entre ellas una en la que aparece sonriente junto a Candela Martínez Artalejo, conocida por su vinculación al ocio nocturno madrileño, lugares como Panthera o Rubicon, que son casi territorio habitual del nieto del emérito cuando pisa la capital. La instantánea venía acompañada de una frase reveladora: «Te quiero tanto». Un simple gesto en redes quebastó para encender las alarmas del cotilleo patrio, aunque desde el entorno de Froilán nadie ha confirmado relación alguna. Por ahora, queda en el terreno de la amistad con derecho a titular.

Lo último en Casa Real

Últimas noticias