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DESCUBRIMOS SUS SECRETOS

Una dosis de su sangre, papel higiénico especial y un traje de luto: El excéntrico equipaje de la reina Isabel

  • Andrea Mori
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¿Qué guarda la reina Isabel en su equipaje? A sus 91 años, la soberana inglesa puede presumir de ser no solo la monarca más longeva, sino también la que más ha viajado alrededor del mundo, lo que la convierte en toda una profesional en la materia.

La reina Isabel  / Gtres

Según han publicado varios medios, la Reina ha llegado a hacer viajes de casi 70000 kilómetros, para los que ha necesitado hasta 12 toneladas de equipaje. Siempre lleva el mismo tipo el mismo tipo baúl, de metal, grabado con sus iniciales y candados en el cierre. Nunca lleva consigo las joyas de la Corona, aunque sí algunas piezas personales y hasta tiene una bolsa especial para los paraguas. ¿Cuáles son las claves del perfecto equipaje de Su Majestad? En LOOK las descubrimos

Tres ‘outfits’ diarios

La monarca tiene siempre a su disposición tres looks al día, perfectamente organizados y planchados que se colocan en armarios portátiles de aceros

Un vestido negro

Entre el equipaje está incluido un outfit negro, en caso de que la Reina tenga que asistir a algún acto de luto. Esto lo aprendió en 1952, cuando se encontraba de viaje en Kenia y le informaron de la muerte de su padre. Su vuelo tuvo que quedarse retenido en el aeropuerto hasta que le llevaron un traje negro.

Isabel II / Gtres

Caramelos

La madre de Carlos de Inglaterra nunca se olvida de sus caramelos favoritos, por si en algún momento necesita una dosis extra de azúcar. Con los cambios de horarios es normal que la Reina pueda sentir en algún momento necesidad de tomar algo dulce.

No sin mi crema

La Reina nunca viaja sin su crema Cyclax All Day Firming, una loción que previene el envejecimiento y los brillos en climas cálidos. Para el jet lag, Isabel II utiliza algunos remedios homeopáticos, al igual que el agua de la marca Crates of Malvern le ayuda a combatir la acidez y otros problemas gástricos.

La reina Isabel II y su marido, el príncipe Felipe / Gtres

La importancia de la sangre

Un médico siempre acompaña a Su Majestad en los viajes. Además de estar al cargo de la salud de la Reina, tiene prevista cualquier emergencia y ha realizado previamente un estudio sobre las condiciones hospitalarias de cada zona que se visita. En caso de que las reservas de sangre no sean muy fiables, se llevan suministros suficientes de sangre propia de la monarca, que se habrá extraído en los meses anteriores. Lo mismo ocurre con el príncipe de Gales. El médico nunca se mantiene alejado de Isabel II y porta un maletín con un desfibrilador y todo lo necesario para cualquier emergencia.

Té y salchichas

Es importante poder sentirse como en casa en cualquier sitio, y  mucho más cuando se viaja tanto y tan lejos. Por eso la Reina siempre lleva una tetera, té Earl Grey, jabones con aroma de pino y salchichas de Harrod’s.

La reina Isabel II en una imagen de archivo (Gtres)

Nada de vuelos comerciales

La Reina es el único miembro de la Familia Real que jamás se sube a un avión comercial. De hecho, tampoco necesita pasaporte. Sin embargo, sus herederos deben pedirle permiso antes de montar en un avión, ya que no deberían viajar dos sucesores juntos en el mismo vuelo. A veces se permiten ciertas concesiones a esta regla.

Que no falte la ginebra

No es ningún secreto que la ginebra es una de las bebidas favoritas de la Reina, quizás la que más. Según asegura el chef Darren McGrady, a Isabel II le gusta combinarla con un toque de Dubonnet y una rodaja de limón -sin pepitas- y es un capricho que se da cada día, incluso cuando está de viaje.

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Planificación con aire ‘vintage’

Los viajes oficiales están planificados al al minuto. Cada detalle está perfectamente estructurado, desde el lugar en el que va a sentarse la Reina a su hora de entrada y salida de cada espacio. Lo peculiar en este caso es que se apunta a mano en un cuaderno de espiral que lleva cada uno de sus asistentes.

La reina Isabel II y la reina Letizia. / Gtres

La cuestión del cuarto de baño

Ser rey tiene muchas ventajas, y una de ellas es tener un cuarto de baño de uso exclusivo en cada sitio que se visita, que además puede ser utilizado como habitación del pánico en caso necesario. Según fuentes cercanas a Casa Real, para los anfitriones de la Reina resulta de gran preocupación organizar el cuarto de baño para que esté al gusto de Isabel II, ya que parece que la monarca tiene una marca de papel higiénico preferida.

Perfección milimétrica

La estilista de la Reina, Angela Kelly suele viajar semanas o meses antes que ella para asegurarse de que ninguno de los looks elegidos choquen con el entorno. Ella es además quien revisa todos los detalles y se encarga de que en los dobladillos de vestidos y faldas se cosan plomos para evitar momentos embarazosos por el viento o al bajar y subir al avión.

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