La especial conexión entre los Reyes y Plácido Arango
El empresario y filántropo de origen asturiano fue uno de los primeros presidentes de la Fundación Príncipe de Asturias
El mundo del arte y la cultura están de luto. Plácido Arango ha fallecido en Madrid a los 88 años. El mecenas y filántropo mexicano era conocido por su actividad empresarial en nuestro país. Nacido en la localidad azteca de Tampico en 1931, Arango se instaló en la segunda mitad de la década de los sesenta en la capital española, donde fundó -entre otras muchas cosas- la cadena de restaurantes VIPS en 1969. El germen de un gran imperio hostelero que hoy aglutina firmas como Ginos, Starbucks o Fridays y que desde 2018 opera junto a otros nombres como Fosters Hollywood o Burger King bajo el grupo mexicano Alsea.
Pero Arango, doctor en Ciencias Económicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, tenía una gran pasión más allá de los negocios y esta no era otra que el arte. Una faceta que le llevó a atesorar una importante colección y a ejercer de mecenas y benefactor del Museo del Prado, al que donó piezas de Goya y de Zurbarán, así como al Museo de Bellas Artes de Asturias. En 1986, Arango se convirtió en vocal del Real Patronato del Museo del Prado, hasta que en 2007 pasó a ser presidente y en 2012 patrono de honor.
Sin embargo, este no ha sido el único cargo que ha ocupado a lo largo de su prolífica vida. Ha sido vocal de la Fundación BBVA y del Patronato de la Biblioteca Nacional, así como Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fue vocal del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, vocal fundador y miembro de la comisión ejecutiva de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción y trustee emeritus del Museo Metropolitano de Nueva York y de la Universidad Tufts de Boston. No obstante, hay una distinción que ocupa un lugar representativo en su trayectoria y que se encuentra muy vinculada a la Casa del Rey.
Entre los años 1987 y 1996, Arango fue presidente de la entonces Fundación Príncipe de Asturias. Una etapa en la que la Institución apenas llevaba uno lustro de existencia. El filántropo sucedió en el cargo a Pedro Masaveu Peterson, primer presidente de la Fundación que hoy lleva el nombre de Leonor de Borbón.
Aunque Arango ejerció como presidente desde finales de los años ochenta y la primera mitad de la década de los noventa, su vinculación con la fundación y con la Casa del Rey ha sido constante, no solo con don Felipe y doña Letizia, sino también con don Juan Carlos y doña Sofía, con quien comparte su pasión por el arte. De hecho, una de las últimas apariciones del empresario fue en el reciente funeral de la infanta doña Pilar.
Una vida llena de reconocimientos
En septiembre de 2017, Arango recibía de manos de Felipe VI el Premio Enrique V. Iglesias al Desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano. Pero este no ha sido el único reconocimiento que el filántropo recibiría de Felipe VI. Aquel día, el monarca recordó la etapa de Arango como presidente de la fundación: «Estuvo acompañándome y dándome muchas lecciones, aunque él no lo admita como tal» por «su humildad».
El pasado mes de noviembre resultaba ganador de la quinta edición del «Premio Reino de España» a la trayectoria empresarial y por su contribución al desarrollo económico y social de España a lo largo de varias décadas de esfuerzo y trabajo. Antonio Garrigues Walker, hacía público el fallo y estaba prevista la entrega del galardón en próximas fechas. Un premio que consistía en una reproducción de una medalla al mérito de la época de Carlos III cuyo original data de 1764.