La venganza silenciosa de Carolina de Mónaco a Ernesto de Hannover
Carolina de Mónaco, ¿abuela de nuevo?: El rumor que recorre Europa
La herencia de Grace Kelly en una cita emblemática de Mónaco
El misterio del ‘nuevo rostro’ de Charlene de Mónaco
Carolina de Mónaco, una perfecta 'primera dama' en segundo plano
La relación entre Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover lleva rota desde hace más de una década. A pesar de que el divorcio nunca se ha producido, entre ambos no existe comunicación alguna, es más, el propio Ernesto parece haber rehecho su vida en España junto a Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo. Con ella le hemos visto paseando por las calles de la capital, disfrutando de salidas y almuerzos, aunque también en algunos momentos polémicos, dado el carácter del Príncipe.
A pesar de que el contacto con su esposa es nulo, algunas fuentes apuntan a que esto se debe a unos motivos muy concretos. Por un lado, no hay que olvidar que, de divorciarse de Ernesto, Carolina perdería el derecho a utilizar el título de princesa de Hannover que, por cierto, tiene mayor rango que el de princesa de Mónaco, además del tratamiento de Alteza Real. A esto hay que añadir que, si Ernesto se casara de nuevo, otra mujer ostentaría este título y, además, se abriría la posibilidad de aumentar la descendencia, con las complicaciones que esto supondría para los herederos actuales. Algunas fuentes apuntan también a que la reticencia de Carolina a divorciarse tiene una relación directa con su hija Alexandra ya que, para garantizar una mejor herencia, ella debe ser la viuda de Hannover a su muerte. Algo que tiene relación con el propio estilo de vida que hasta ahora mantenía el aristócrata, capaz de dilapidar toda la fortuna familiar. Por estas razones, la hermana de Alberto de Mónaco hace frente común con los hijos del Príncipe y evita el divorcio a toda costa.
Sin embargo, parece que no es esto lo único que ha hecho Carolina para ‘complicarle’ la vida a Ernesto de Hannover. Según ha publicado la revista alemana Bunte, la hermana de Alberto de Mónaco ha llevado a cabo una estrategia que pone contra las cuerdas al jefe de la Casa Güelfa. Tal como revela la publicación, Carolina habría sido la responsable de una ambiciosa operación que culminó con la destitución de Ernesto de Hannover de la Fundación Herzog von Cumberland, la responsable de la gestión del patrimonio familiar. Un hecho que ha tenido consecuencias dramáticas en la vida del Príncipe que, al perder la presidencia de la organización, también se despedida de su alegre estilo de vida, que marcó los primeros años tras la separación, de facto, de Carolina.
Ahora es su hijo, Ernesto Augusto, el que está al frente de la institución y aunque el propio Hannover ya había hecho una donación a su primogénito, no se esperaba perder el control total. A partir de ese momento, los enfrentamientos legales se han sucedido y la relación entre padre e hijo está completamente rota.
Aunque nunca se ha podido confirmar que la hermana de Alberto de Mónaco haya sido una parte activa en este ‘complot’, lo cierto es que esta maniobra ha dejado en una situación más que delicada al Príncipe, mientras que su expareja sigue manteniendo los mismos privilegios y, además, tiene una relación excepcional con los hijos mayores de Hannover.
No hay que olvidar que desde que Carolina y Ernesto contrajeran matrimonio en el año 1999, la situación de la pareja ha estado marcada por las polémicas por parte del Príncipe, que han puesto en una situación comprometida a la hermana de Alberto de Mónaco, hasta el punto de que incluso se publicó que el propio Rainiero se arrepintió de la boda. Este comportamiento polémico se concretaba en desplantes públicos, noches de fiesta e incluso fotos con otra mujer que, por cierto, era amiga de Carolina. Fue esto lo que hizo a la Princesa volver a casa con su hija.