Carlos III, tajante con Harry a pesar del reencuentro: la cesión a la que el rey no está dispuesto
El monarca y su hijo se reunieron a principios de septiembre en Clarence House
El duque de Sussex quiere pasar más tiempo en el Reino Unido
La visita del príncipe Harry a su padre, el rey Carlos III, a principios del mes de septiembre ha sido interpretada por muchos como un primer acercamiento de posturas entre los Sussex y los Windsor. Un paso adelante muy necesario si las relaciones quieren llegar a cierta normalidad después de años de tensiones entre ambas partes y declaraciones críticas por parte del príncipe Harry y de su esposa.
Por el momento, desde el Palacio de Buckingham no se han pronunciado sobre este reencuentro, ni se espera que lo hagan. Simplemente se han limitado a decir que el rey y su hijo menor estuvieron juntos menos de una hora y tomaron un té en uno de los salones de Clarence House. Algo menos escueto ha sido el príncipe Harry, que ha comentado que tendrá que estar más pendiente de su padre el próximo año. Unas palabras que han generado cierta alarma, debido al estado de salud del monarca.
Un escollo infranqueable
Aunque no ha trascendido información concreta sobre qué se habló durante la reunión entre Harry y el rey Carlos III, algunas fuentes sí que han deslizado algunos detalles. Según ha trascendido, el duque de Sussex aprovechó el encuentro con su padre para plantearle una opción de cara al futuro más próximo.
A pesar de que Harry ha dicho que está contento con la vida que lleva en Estados Unidos junto a su esposa, no es ningún secreto que echa de menos su papel institucional. De hecho, sigue colaborando con organizaciones como la Fundación Juegos Invictus y otras causas que, en cierta medida, le permiten seguir teniendo cierta visibilidad y relevancia pública, pero sin ser miembro de la familia real ni tener los privilegios y obligaciones que esto implica.
Tal como ha apuntado la periodista Hannah Furness, el príncipe Harry le comentó a su padre la posibilidad de tener un rol parcial dentro de la familia real. Una opción que el monarca rechazó de pleno, porque no se puede estar solamente a medias. A pesar de la insistencia del duque de Sussex, el rey Carlos III se mostró tajante en este aspecto.
Aunque pueda pensarse que rechazar la petición de su hijo es una idea que ha partido del rey o incluso del príncipe de Gales, lo cierto es que Carlos ha seguido en este sentido la política de la Reina Isabel II. La monarca tenía claro que no se pueden combinarse las responsabilidades reales con empresas privadas. Esto pasa igual en Noruega, por ejemplo, donde las iniciativas privadas de la princesa Marta Luisa y el chamán han dado más de un quebradero de cabeza a la institución y han llevado a la toma de decisiones drásticas sobre el rol de la hermana del príncipe heredero.
De momento el duque de Sussex no ha dado detalles sobre su deseo, pero varias fuentes aseguran que sí es posible que cada vez pase más tiempo en el Reino Unido y participar en algunas actividades públicas. Esto le permitiría mantener lazos familiares, pero sin acceder a los privilegios de la familia real, porque no tendrá papel institucional. Ni él, ni tampoco Meghan Markle.