La bonita afición que el Rey Felipe VI ha heredado de su abuelo, don Juan

Felipe VI es el Rey de España, pero cuando termina sus compromisos institucionales se comporta como cualquier otra persona. Le gusta pasar tiempo con su entorno y disfrutar de las tradiciones familiares, como por ejemplo la navegación. Tanto sus padres como su hermana doña Cristina han participado en las Olimpiadas haciendo vela, pero ¿de dónde nace esta costumbre? Para entender la pasión de la Familia Real hay que remontarse hasta don Juan, abuelo de don Felipe y padre de Juan Carlos I.

Don Juan, conde de Barcelona, era un gran marinero, tanto es así que tenía un tatuaje en sus brazos que le recordaba su pasado en el mar. En una de sus entrevistas explicó que esta afición le viene de los veranos que pasó en el Palacio de La Magdalena, regalo del pueblo de Santander a la reina Victoria Eugenia. Lo que empezó siendo una actividad para pasar el tiempo se convirtió en su gran pasión.

Los gustos de don Juan han ido pasando de generación en generación. El primero en disfrutar del océano fue Juan Carlos I, quien sigue participando en las regatas con la misma ilusión que siente. El marido de doña Sofía se marchó a Abu Dabi en 2020 y desde entonces ha fijado su residencia en Emiratos Árabes, pero cada vez viaja a España con más frecuencia y muchas de estas escapadas están relacionadas con las regatas.

El Rey Felipe, uno de los grandes atractivos de Mallorca

Galicia recibe a Juan Carlos I con los brazos abiertos, igual que Mallorca aplaude todas las llegadas de Felipe VI. Su Majestad acaba de participar en la Copa del Rey de vela, motivo por el cual tuvo que retrasar su llegada a París. Estuvo en la capital francesa junto a doña Letizia para inaugurar los Juegos Olímpicos, pero después tuvo que regresar a las Islas Baleares.

Don Felipe ha estado entrenando y participando en la Copa del Rey, de hecho ha competido con algunos compañeros tan destacados como Javier Banderas. El Jefe de Estado utiliza el Aifos, una embarcación cuyo nombre es el mismo que el de la Reina Sofía, pero al revés.

Curiosamente la abuela de la princesa Leonor también es una apasionada de la navegación, ella participó en las Olimpiadas de Roma, celebradas en 1980. Representó a Grecia en la ‘clase Dragón’ y demostró que era una gran deportista. Como vemos, es una costumbre que se ha extendido a toda la familia, por eso llama la atención que Leonor de Borbón, la heredera, y su hermana Sofía nunca hayan tenido curiosidad por este deporte.

Don Juan, el conde que fue feliz en el mar

Don Juan fue el tercer hijo de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, era el heredero a la corona porque su hermano renunció, pero nunca llegó a reinar. Curiosamente su hijo y su nieto sí han llegado a sentarse en el trono español, aunque él jamás cumplió su sueño. Tuvo que orientar su vida en otro sentido y encontró refugio el altamar.

Hay una frase que repetía con frecuencia cuando le preguntaban por sus sentimientos. Su hijo Juan Carlos se marchó a España con Francisco Franco y él andaba de un lugar a otro, pero parecía muy feliz y cuando quisieron confirmarlo declaró: «El mar no cansa al que le gusta».

El conde de Barceona navegaba a bordo de ‘El Saltillo’, una embarcación de 1932 en la que vivió momentos memorables. De hecho fue este barco el que utilizó para desplazarse hasta Inglaterra para asistir a la coronación de Isabel II en 1953. También fue aquí donde conoció por primera vez a la Reina Sofía, quien en aquel momento era princesa de Grecia.