Yolanda Díaz disfruta en soledad de un día de playa en Galicia tras separarse de su marido
Tomando el sol despreocupada en plena polémica por la chapuza de la Ley de Paridad
Con gesto serio y retraído, indiferente a las miradas de los turistas y luciendo un bikini verde botella
Yolanda Díaz (53 años) ha presumido de figura en las playas de Vigo. En su primer verano de soltera después de separarse de su marido, Andrés Meizoso, tras 20 años de relación, la dirigente comunista disfrutó de un día de playa con un libro y su teléfono móvil como única compañía, y sólo se alejó de la orilla del mar para comer un menú sencillo en un chiringuito de playa. En las fotos que publica LOOK en exclusiva puede verse a la ministra tomando el sol y nadando despreocupada en plena polémica por la chapuza de la Ley de Paridad que deja a miles de mujeres desprotegidas por un error técnico de Igualdad.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo está viviendo un verano distinto a lo que estaba acostumbrada. El pasado mes de febrero, Díaz se separó del que ha sido su pareja durante dos décadas y padre de Carmela, su única hija. De ahí, que las imágenes muestren a una Yolanda Díaz con gesto serio y retraído, indiferente a las miradas de los turistas y luciendo un bikini verde botella mirando con frecuencia su teléfono móvil.
La que fuera líder de Sumar, plataforma de la que abandonó el liderazgo tras la debacle electoral de la formación en las pasadas elecciones europeas, llegó a la playa perfectamente equipada con una silla, un capazo de mimbre y una crema protectora de la que dio buen uso en más de una ocasión durante su exposición al sol. Como buena apasionada de la playa, la gallega llevaba consigo también una gorra y una visera, con las que pasar desapercibida, unas cangrejeras y un vistoso pareo de color rojo.
Yolanda llegó y se fue de la playa conduciendo su propio vehículo, y tal y como se aprecia en las imágenes que publica LOOK en exclusiva, la ministra disfrutó de la jornada alternando llamadas, mensajes y ratos de lectura con varios baños en los que pasó completamente desapercibida para el resto de bañistas. Sin mojarse el cabello, que llevaba recogido, Yolanda entró y salió en varias ocasiones del agua, y solo abandonó la playa para comer en un chiringuito cercano. Allí, Díaz eligió un menú de lo más español, apostando por comer tortilla de patata, pimientos de padrón y una refrescante ensalada. Tras esta parada, la ministra de Trabajo de Pedro Sánchez regresó a la arena, donde siguió disfrutando del sol, el agua y el salitre.