El cambio de estrategia en la rutina de Urdangarin y Ainhoa Armentia
Iñaki Urdangarin da la cara: «Las cosas pasan y las vamos a gestionar de la mejor manera posible»
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Nadie duda de quienes han sido los personajes de la semana por excelencia. Pese a haber permanecido varios meses en un segundo plano, Iñaki Urdangarin ha acaparado toda la atención mediática al aparecer paseando por una playa de Bidart en compañía de una mujer rubia llamada Ainhoa Armentia. En cuestión de horas la noticia ha dado la vuelta al mundo, siendo el propio exduque de Palma quien quiso dar la cara y zanjar la polémica asegurando que la situación “se gestionaría de la mejor manera posible”.
El todavía marido de la infanta Cristina no tuvo reparo alguno en hablar frente a las cámaras y dar a conocer su postura con respecto a su último escándalo amoroso. Una postura que mucho distaba de la que mostró Ainhoa, un tanto tímida tras haber pasado de ser completamente anónima a formar parte de todas las parrillas televisivas en cuestión de horas. Aunque los días han ido pasando y cada vez se han ido sabiendo más detalles sobre su romance, los medios de comunicación no pasado por alto ninguna ocasión con el objetivo de captar cualquier palabra o reacción de los protagonistas de la actualidad en un intento por conseguir que Urdangarin se mostrara tan cercano con la prensa como el pasado jueves.
Lo cierto es que durante esta misma mañana la actitud del que fuera duque de Palma nada ha tenido que ver con la del día anterior. Iñaki ha dejado estacionada su bicicleta en un lugar habilitado para ello al llegar al bufete de abogados de Vitoria donde trabaja, aunque eso sí, sin la compañía de Armentia. Pese a las continuas cuestiones de los reporteros a Urdangarin tras lo sucedido, el exjugador de balonmano ha preferido mantenerse hermético y no desvelar muchos más detalles de los que ya había dado en el día anterior, intentando salvaguardar así tanto su privacidad como la de la mujer con la que paseó por la costa del País Vasco francés.
Quien ha sorprendido con su proceder durante esta misma mañana ha sido Ainhoa Armentia. Aunque la alavesa mostró cierto retraimiento horas antes al toparse con los medios, en esta ocasión ha llegado pisando fuerte a su puesto de trabajo y se ha armado de valor para responder a los reporteros de manera contundente: “No tengo nada que decir”. Unas palabras con las que no ha querido aclarar en qué punto se encuentra con Urdangarin ni cómo ha vivido este salto a la fama tan repentino. No obstante, lo que más ha llamado la atención es que, pese a encontrarse a 5 minutos de distancia con respecto a su domicilio, Ainhoa ha tardado en llegar a su despacho más de una hora, lo que apunta a que estaría intentando desesperadamente esquivar a la prensa hasta tal punto de entretenerse haciendo “recados” antes de dejarse ver por el bufete Imaz & Asociados de Vitoria.