El ‘ingrediente maldito’ y su nota final, Tamara Falcó desvela los secretos de su examen práctico
Tamara Falcó ha vuelto a la tertulia de ‘El Hormiguero’ donde ha revelado cómo fue la prueba final del curso de cocina
Se le ha echado de menos, pero Tamara Falcó ya está de vuelta en su puesto de trabajo en ‘El Hormiguero’. Han sido unas semanas intensas donde la colaboradora ha estado ausente debido, según explicó Pablo Motos en su momento, debido al calendario universitario. Eran los exámenes finales y tenía que centrarse en estudiar tanto el examen teórico como el práctico. El resultado ha sido el esperado. La futura chef ha conseguido su diploma en el módulo intermedio de cocina de Le Cordon Bleu y ha terminado con un buen sabor de boca.
Aunque no ha sido fácil. Es una alumna responsable y aplicada, pero ha habido algún ingrediente que se le ha atragantado. Ella misma lo ha contado en la tertulia de actualidad del programa de las hormigas, donde ha vuelto a compartir debate con Nuria Roca, Juan del Val y Cristina Pardo. “¿Es cierto que en el examen te tocó el conejo?”, le preguntó el presentador.
“Sí, me tenía tremendamente preocupada y me cayó. Me podía haber salido mejor de lo que me salió”, le respondió. “Creo que los examinadores ven el programa y por eso te pusieron conejo”, dijo el comunicador con picardía. “Me pusieron un bien”, desveló la marquesa dejando claro que no hay reto que se le resista.
“Pero he conseguido un notable de media”, dijo orgullosa. “No es que me hubiera obsesionado, pero es que es muy difícil. Estábamos todos igual, preguntándonos a qué temperatura, a cuánto estaba, cuántas bridas…Primero lo deshuesamos y luego lo atamos, para que no se escapara”, bromeó entonces dando detalles de cómo había transcurrido la prueba.
Ahí no terminó su explicación. Falcó desveló cómo se lleva a cabo la calificación, algo similar a lo que se vive en las catas a ciegas de ‘MasterChef’. “Le ponemos un número y van viendo. Por tema COVID nos dijeron que no sabían si probarían todos los platos. Pero no sabemos muy bien lo que pasó, solo que estaban los tres chefs en la otra sala”. Y terminaba su explicación contando que “podría ser que la presentación fuera genial, que no lo probaran y sacar buena nota. Los cocineros ya saben si el punto de cocción está perfecto sin ni siquiera probarlo”.
La preocupación de Isabel Preysler
Tamara Falcó también contó que había pasado el fin de semana anterior al examen practicando sin parar. Hasta el punto, que su madre estuvo preocupada por las posibilidades de su hija en el examen. “Yo solo podía concentrarme en los platos. Le dije que no podía estar atenta a lo que me decía y le mandé un video mientras estaba practicando”.
“La noche antes de la prueba, estaba repasando mis notas y vino a tumbarse a mi lado para saber cómo lo llevaba. Me dijo que lo que le había enviado no tenía muy buena pinta. Y yo pensé: ‘¿Cuál era el video, el de la plastilina?’”, contó mientras aclaraba que había estado practicando el emplatado con este material. “No es nada sencillo, lo morado era el conejo porque no había plastilina marrón”, dijo entre risas. “¡Por eso tu madre decía que no tenía buena pinta!”, apostilló Nuria Roca.