Tamara Falcó reaparece tras la muerte de su abuela
Isabel Preysler recibe el cariño de su círculo más íntimo tras la muerte de su madre
Una misa online y una presencia inesperada: los detalles del homenaje virtual a Beatriz Arrastia
La gran encerrona de Beatriz Arrastia a su nieta Tamara Falcó
Muere la madre de Isabel Preysler a los 98 años
Un día después de conocerse la triste noticia del fallecimiento de Beatriz Arrastia a los 98 años de edad, Tamara Falcó ha reaparecido a la salida de la residencia de su madre en la madrileña urbanización de Puerta de Hierro. Vestida de negro, con el pelo recogido, gafas de sol y el semblante serio, la marquesa de Griñón esta vez no ha querido detenerse para atender a los periodistas que esperaban a las puertas de la casa. Tamara ha abandonado en domicilio sola, al volante de su propio coche y, de momento, no se ha visto a Íñigo Onieva con ella.
Según ha podido trascender, el Padre Ángel ha sido el encargado de oficiar una pequeña misa en recuerdo de Betty Arrastia en presencia de su familia y algunas personas de su círculo más íntimo. Por el momento no ha trascendido si se va a llevar a cabo algún tipo de homenaje más y los restos mortales de la madre de la socialité ya han sido trasladados al crematorio para su incineración.
Isabel Preysler, a quien todavía no se ha podido ver, ha estado acompañada por sus hijos en este duro trance, que han viajado hasta Madrid para despedirse de su abuela, aunque algunos de ellos ya han regresado a sus respectivas residencias. A pesar de que han estado junto a Preysler, no hay imágenes de ellos, más que algunas instantáneas difusas de Enrique en la parte trasera de una furgoneta.
Para la hija de Carlos Falcó la muerte de su abuela supone un golpe muy duro, ya que estaba muy unida a ella. Fue precisamente Tamara junto a su hermano mayor Julio, quien consiguió que hace unos años Betty Arrastia se sentara en el plató de ‘Volverte a ver’ con Carlos Sobera, en su debut en televisión. Allí no dudó en hablar maravillas de sus nietos, pero también incluso de sus yernos. En alguna ocasión, además, Tamara ha confesado que su fe le viene de su abuela, una persona muy religiosa que iba a misa todos los días y que nunca perdió la esperanza con ella.
Los últimos meses han sido muy duros para la aristócrata, ya que además de perder a su abuela ahora, antes tuvo que enfrentarse a la muerte de su tío, el marqués de Cubas, la del marido de su hermana, Xandra Falcó y la de su propio padre en marzo de 2020 a consecuencia del coronavirus.
Al margen de las pérdidas a las que se ha tenido que enfrentar, la marquesa de Griñón se encuentra en un dulce momento de su vida. Ha encontrado la felicidad junto al empresario Íñigo Onieva y a nivel profesional está inmersa en numerosos proyectos, tanto en el ámbito de la gastronomía, como en el de la televisión.