Tamara Falcó pone en un aprieto a Isabel Preysler al desvelar cómo lograba dormirla
La marquesa ha hablado sobre los dudosos métodos que elegía su madre para aplacarla cuando era pequeña
Tamara cuenta que había unas gotas 'milagrosas' con las que a Miguel Boyer se le fue la mano
Como cada jueves, Tamara Falcó ha sido uno de los brazos sobre los que se ha articulado la tertulia de actualidad de El Hormiguero. Encima de la mesa había asuntos que le atañen directamente, como su inminente mudanza al ático de Puerta de Hierro, que ha generado un conflicto con Joaquín Torres. Pero la hija de Isabel Preysler dio la callada una vez más. En cambio, regaló a los espectadores a una divertida (y surrealista) anécdota.
El grupo de contertulios de Pablo Motos estaba debatiendo sobre lo adecuado o no de que los padres lleven a sus hijos a según qué lugares. Salió el ejemplo de las sobremesas que se alargan durante horas. Fue entonces cuando la marquesa de Griñón buceó en su memoria para recordar un episodio que tuvo como protagonista a su madre y a Miguel Boyer.
Tertulia de actualidad con @Tamara_Falco_, @cristina_pardo, Pablo Motos, @nuriarocagranel y Juan del Val #YoungMikoEH pic.twitter.com/XzPUXUKJ6e
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) November 2, 2023
Tamara Falcó rememora que «para que no molestásemos al resto del avión, mi madre nos daba unas gotitas. Una vez, viajamos a Marbella. Cuando nos íbamos a bajar del tren nos dimos cuenta de que no había forma de despertar a Ana (Boyer). Empezaron a golpearla para ver si reaccionaba y nada», comienza diciendo.
La solución, no se la pierdan. El que fuera ministro socialista y pareja de Preysler se encargó de administrar un fármaco a Tamara y a su hermana que presuntamente las tranquilizaba. El problema fue un error a la hora de aplicar la posología: «Fue entonces cuando mi madre le preguntó al tío Miguel cuántas gotas le había dado. Le dijo que ‘las que me habías dicho, 18’. Pero no tenía que haberle dado 18, eran 8», recuerda Falcó.
A la espera de ver cómo encaja esta confesión Isabel Preysler, Tamara Falcó también contó otra intimidad. En esta ocasión, el protagonista era su marido, Íñigo Onieva. Los tertulianos estaban viendo un TikTok en el que una chica se dirige a su novio impresionada negativamente cuando él decidió afeitarse: «¡Qué feo!», decía.
En ese momento, la hermana de Enrique Iglesias ha desvelado que ella en casa tiene un pequeño problema al no poder ponerse unos determinados pendientes. Habla Tamara: «Íñigo tiene como una especie de fobia. Cuando me los pongo me dice: ‘¡qué horror!. Yo creo que es arofobia», bromeaba. Lo sorprendente fue escucharla decir que «en cuanto llegue a casa me los quito».
En otro orden de cosas, el asunto de la amnistía y la probable investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno ocuparon tiempo de debate. El pacto de Gobierno del PSOE con ERC, la amnistía, la cesión de las competencias de Rodalies o la condonación de 15.000 millones de deuda a Cataluña ha hecho enfadar mucho a Pablo Motos.
Lo curioso es que fue una pregunta de Tamara Falcó la que hizo enfadar al presentador valenciano. La empresaria preguntó: «Es indignante, ¿pero cuál es la forma de frenar todo esto?». A lo que Motos respondió: Una excelente pregunta. Yo no sé cómo frenarlo, pero te puedo decir que llevo toda mi vida en los medios de comunicación, que ya son unos años, y nunca había sentido vergüenza de ser español, nunca me había pasado. Y probablemente si ahora viajara fuera y me preguntaran de donde soy diría europeo porque no quiero decir que soy español, un lugar donde parece ser que hay preso políticos y por lo tanto este no es un sitio libre».