Tamara Falcó e Iñigo Onieva: la curiosa actitud de los futuros esposos tras desvelar la fecha de su boda
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Tamara Falcó e Íñigo Onieva pasarán por el altar el próximo mes de junio. Apenas unas semanas después de que se confirmase su reconciliación, la pareja ha revelado que se casará el 17 de junio en el Palacio de El Rincón, ubicado en la madrileña localidad de Aldea del Fresno. En unas declaraciones a la revista ¡Hola!, la aristócrata ha dicho, además, que la boda no será demasiado grande y que la fiesta empezará por la tarde.
La fecha elegida es la misma que tenía prevista en principio, cuando en el mes de septiembre la pareja anunció su compromiso. Sin embargo, pocos días después de que hicieran pública su intención de casarse, las imágenes de Íñigo Onieva besando a otra mujer en un festival de música en Nevada dieron al traste con sus planes de boda.
El destino quiso que en Navidad la pareja se reconciliase y, en un reciente viaje al Polo Norte, el empresario le hizo entrega de un nuevo anillo de compromiso. El nuevo anillo de pedida es la versión especial que Onieva mandó elaborar para Tamara a la prestigiosa joyería Repossi, que parte del diseño original, pero es una versión mejorada, con piezas de mayor categoría. Un anillo que ya luce Tamara.
A pesar de que ninguno de los dos ha ocultado su felicidad desde que se confirmara su reconciliación, ambos han sido bastante herméticos a la hora de concretar sus planes de boda, que ahora por fin han salido a la luz. De hecho, apenas unas horas antes de que se publicase la portada de la revista ¡Hola!, en la que por fin se anuncia la fecha y los detalles del enlace, Tamara Falcó ha optado por guardar silencio. Una curiosa actitud, dado que era consciente de que en apenas unas horas se iba a publicar la revista en la que se recogía la información detallada de la fecha de su boda.
Las cámaras de la Agencia Gtres han captado a la aristócrata en Madrid, pero Tamara no ha querido decir nada. Los reporteros le han preguntado por la firma que la vestirá en su boda, sus planes de marcharse a vivir junto a Íñigo en breve, incluso sobre su reciente viaje a Praga, pero la marquesa de Griñón no ha dicho nada.
Por su parte, Íñigo Onieva tampoco ha querido pronunciarse sobre nada que tenga que ver con su boda. Esta misma semana, el empresario era captado por las cámaras a la salida de su casa del centro de Madrid. Cuando se dirigía a coger la moto los reporteros le preguntaron por los planes de boda y también por el comentado anillo de compromiso. A pesar de mostrarse parco en palabras y limitarse a decir que «todo bien», Íñigo Onieva sí que se parecía de buen humor. Habrá que esperar a ver cuáles son sus próximos pasos.