La polémica familia de Sofía Suescun: de su histriónica madre a los problemas de su padre
La familia Suescun está atravesando una etapa muy complicada
Maite Galdeano asegura que su hija está "manipulada" por Kiko Jiménez
La influencer ha hablado de su padre en contadas ocasiones, pero no tienen relación
El drama de la familia Suescun ha puesto el foco en Kiko Jiménez. Maite Galdeano le acusa de ser el responsable de todo y defiende que está «manipulando» a su hija para aprovecharse de ella. Hasta la fecha Maite y Sofía tenían una relación estupenda: vivían juntas, trabajaban en el mismo oficio e incluso hacían viajes con el resto del clan. Solamente faltaba una persona: el padre la influencer. Pero, ¿quién es y por qué hay tanto misterio?
Sofía dio una entrevista en 2017 y habló muy claro sobre su progenitor. Aseguró que no le había dado buena vida a su madre y que tenía un recuerdo amargo de su existencia. «Me recogía borracho en el coche y el plan era ir a otro bar a seguir poniéndose más borracho. Yo salía del bar y me tumbaba en un banco a esperar. A veces él salía del bar y se olvidaba de mí, se montaba en el coche y yo tenía que llamarle», declaró con total sinceridad.
En aquel momento se posicionó claramente con Maite Galdeano, asegurando que había atravesado un infierno en el pasado. «Ese alcoholismo era el que le llevaba a ser agresivo y a pegar a mi madre. A mí nunca me ha puesto una mano encima. El maltrato que sufrió desde que la dejó embarazada, todo lo que mi madre ha tenido que sufrir… Esa falta de amor que ha tenido siempre. Ese es el detonante de que ella sea así».
Maite Galdeano defiende su versión de los hechos
Maite siempre ha presumido de ser una mujer fuerte y valiente. Ha dejado claro que nadie le ha regalado nada y que no vivía con Sofía por necesidad. Ella tiene su propia casa, un apartamento en la playa que se compró tras vender su ático de Zaragoza. La familia se instaló en Madrid cuando la ganadora de Supervivientes se hizo famosa.
Sofía sostiene que las autoridades iban día sí y día también a su casa de Zaragoza por culpa de su padre, por eso para ella fue muy bueno mudarse a la capital. «El día más feliz de mi vida fue con 15 años, cuando me dieron permiso para no tener que ir más con mi padre. Por fin me escucharon», declaró en la revista Lecturas.
«Conforme iba cumpliendo años entendía que me hacían ir con una persona que pegaba a mi madre y que casi la mata. Me obligaban, venía la policía a casa a buscarme. Yo lloraba, agarrada a mi madre, y el policía me soltaba y me metía en un coche para llevarme con mi padre, formando un show en la calle. Me obligaban a ir y amenazaban a mi madre con multas muy altas».
Maite no quiere ni escuchar el nombre de su ex marido. Siempre ha contado con el respaldo de sus hijos, sobre todo con el de Sofía. En su momento reconoció que vivir con ella era complicado, pues sentía que había renunciado a muchas cosas. No obstante, el esfuerzo le mereció a pena, hasta que Kiko Jiménez entró en la familia. Siempre siguiendo la versión de Galdeno.
Cristian Suescun, el tercero en discordia
El ojito derecho de Maite era Sofía. A Cristian Suescun llegó a acusarle de ser poco trabajador y tuvo un acalorado conflicto con él en los platós de Telecinco. Ahora el joven se dedica a crear contenido para adultos en una red social, tiene sus propios ingresos y se ha comprado un piso. Su relación con Galdeano ha mejorado, por eso era interesante ver su reacción.
El joven no quiere dar declaraciones. Ha explicado que está fuera de Madrid y que quiere reflexionar sobre todo lo que ha pasado ante de dar su opinión. «Un respeto por favor, me están llegando muchos mensajes pero estoy de vacaciones y no voy a responder a nadie sobre el tema. Me ha pillado todo de imprevisto, es muy serio y ya habrá tiempo de explicar todo con pelos y señales en el momento adecuado, pero por favor, pido respeto y comprensión. Sé que esto es un punto y aparte en nuestras vidas, el lunes ya volveré a Madrid y habrá tiempo de explicar todo, muchísimas gracias a todos por el apoyo».
Cristian tiene muy buena relación con su cuñado Kiko, a quien Maite culpa de todo. Ahora solamente hace falta saber en qué bando se posiciona el influencer.