Sara Carbonero, sobrecogida ante el robo millonario en casa de Iker Casillas
Sara Carbonero se mostró sorprendida y sobrecogida tras el robo de relojes de lujo en casa de Iker Casillas
Los ladrones habrían vendido los objetos, valorados en más de 200.000 euros
A pesar del impacto, Sara decidió mantenerse discreta y no hacer declaraciones directas
Sara Carbonero ha reaccionado públicamente al sorprendente robo de relojes en casa de su ex pareja, el ex futbolista Iker Casillas, un hurto valorado en más de 200.000 euros. Según ha relatado Antonio Rossi en el programa El tiempo justo, Sara se mostró «sorprendida» y «sobrecogida» ante la traición de personas en las que confiaba plenamente. A pesar de conocer personalmente a los implicados -el vigilante de seguridad Carlos y su pareja, Liliana, empleada del hogar- la periodista ha preferido no dar más detalles por respeto a las circunstancias y a Casillas: «Nunca te esperas que pase esto, sobre todo por la persona a la que han señalado que era de tu absoluta confianza», explicó Rossi.
La reacción de Sara pone de relieve el impacto emocional que este caso ha tenido en su entorno más cercano. Aunque no ha sufrido el robo en primera persona, la periodista ha vivido la situación de manera intensa, ya que mantenía una relación cordial con Liliana y conocía al vigilante Carlos. Rossi ha señalado que Sara ha atendido a los medios de forma escueta, pero amable, dejando claro que el episodio la ha dejado sobrecogida y que está intentando procesar lo ocurrido sin añadir declaraciones que pudieran entorpecer la investigación.
El robo en sí es igualmente sorprendente. Carlos, el vigilante de seguridad de 44 años, presuntamente ideó el plan para sustraer cinco relojes exclusivos de Casillas, todos con inscripciones personalizadas. Para no levantar sospechas, los relojes originales fueron sustituidos por copias prácticamente perfectas. Los implicados habrían vendido los relojes por piezas hasta que la policía los descubrió intentando realizar un sexto hurto. Carlos se declaró autor intelectual del robo y explicó que sus motivaciones estaban ligadas a problemas económicos y deudas, algunas de ellas vinculadas al juego. «El único culpable soy yo. Mi mujer no entiende de relojes […] Se me ha juntado todo y vi una salida, pero ahora las consecuencias van a ser más graves», admitió.
El propio Carlos detalló que algunos relojes, con un valor superior a 28.000 euros, fueron vendidos por cantidades inferiores -unos 18.000 euros-, obteniendo aproximadamente 26.000 euros con los cinco objetos robados. También confesó que había planeado un viaje al extranjero con el dinero, aunque sus planes fueron frustrados por la denuncia de Casillas. A pesar de admitir su responsabilidad, Carlos intentó justificar su actuación diciendo que desmontó uno de los relojes gracias a vídeos de YouTube y que su mujer no comprendía el valor de los objetos.
Por su parte, Iker Casillas no dudó en responder a las declaraciones de Carlos durante el mismo programa: «¿Yo, afectado? ¿Qué cojones? Dice que desde que me birla los relojes, mi trato hacia ella cambia. ¡Vaya crack! ¡Si quiere le pago el doble! ¿Pero está gente en qué mundo viven?». Además, el exfutbolista fue crítico con la negación de Carlos sobre ciertos relojes, afirmando con ironía: «Pues nada, los otros tres me los ha robado el espíritu santo. Menudo mongolo».
Este robo no solo afecta económicamente a Casillas, sino que también pone de manifiesto la traición de personas de confianza y la vulnerabilidad de las figuras públicas incluso dentro de su círculo más cercano. Sara Carbonero, pese al impacto emocional, ha preferido mantenerse discreta y no opinar públicamente sobre el robo, mostrando su respeto hacia Iker y la investigación en curso.