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Xandra Falcó: “Jaime me apoyaba en todo”

La aristócrata se sincera en una extensa entrevista con la revista Vanity Fair sobre la muerte de su marido y el legado de su padre.

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El 2020 ha sido uno de los años más difíciles a los que se ha tenido que enfrentar la sociedad moderna. La pandemia del coronavirus ha supuesto uno de los golpes más fuertes que han vivido las últimas generaciones y todavía, a día de hoy, el virus sigue causando estragos. A Xandra Falcó, el virus le arrebató a su padre, el marqués de Griñón, el 20 de marzo de 2020. Hace apenas unas horas, coincidiendo con la celebración de Madrid Fusión, se celebraba un homenaje al aristócrata, por su contribución al mundo vinícola. Una cita a la que no han faltado sus tres hijos mayores, Manuel, Xandra y Tamara. Estas dos últimas no han dudado en hacer algunas declaraciones sobre sus recuerdos del Marqués: “era un padre excelente”, decía Tamara, mientras que Xandra destacaba su capacidad para ver siempre el lado positivo de las cosas.

Xandra Falcó en una imagen de archivo / Gtres

Al margen de la muerte del aristócrata, la también marquesa de Mirabel se ha tenido que enfrentar a otra durísima pérdida. En el mes de septiembre fallecía su marido, Jaime Carvajal, de manera inesperada y tras regresar de unas vacaciones familiares. Un golpe que ha trastocado la vida de Xandra, según ella misma ha declarado a la revista Vanity Fair en una extensa entrevista.

Aunque el marqués de Griñón solía ser un personaje habitual de la crónica social, al igual que su hermana Tamara, Xandra siempre ha preferido mantenerse en un segundo plano: “desde que empecé a colaborar con él en 2002 trabajé mucho para evitar que su parte social eclipsara su trabajo, porque además él fue un gran innovador”, explica en conversación con Vanity Fair. Sin embargo, no siempre ha sido una tarea fácil. Xandra destaca el carácter enormemente innovador y la constancia de su padre, su espíritu emprendedor y sus eterna vocación por aprender: “nada más casarse con mi madre y  terminar sus estudios en Ingeniería Agrícola viajó a California, a la Universidad de Davis, a especializarse en Viticultura y Técnicas de Riego. Después se trasladó a Israel para aprender la nueva técnica por goteo desarrollada en los kibutz para regar naranjos en el desiertos y la implantó en Malpica del Tajo, a pesar de que se lo desaconsejaron. El resultado es que hoy todos los viñedos del planeta se riegan por goteo”, resalta.

La aristócrata junto a su marido en una imagen de archivo / Gtres

Xandra Falcó se desenvuelve mejor con los medios económicos y prefiere no hacer declaraciones de su vida privada. Solo hace una excepción al hablar de su marido,  Jaime Carvajal Hoyos, cuya muerte casi hace que Xandra abandone uno de sus proyectos más recientes: XF Sierra Cantabria, el rosado que acaba de lanzar. “Ese día el mundo se volvió del revés”, asegura la aristócrata. Para la hermana mayor de la marquesa de Griñón, su marido era mucho más que un compañero de vida:  “Jaime fue el principal impulsor de mi vino. Él me apoyaba siempre en todo, pero en esto en concreto aún más, si cabe. Y falleció. La vendimia en La Rioja arrancaba apenas unos días después”, asegura. A pesar del dolor del momento y de que incluso hubo quien le dijo que no pasaba nada si esperaba al año siguiente, sus hijas la animaron a no tirar la toalla.  “Me dijeron: ‘Pero por qué vas a esperar, mamá. Papá estaba al tanto de todo y te animaba; el abuelo Carlos también. Tienes que seguir adelante. Con tu vida y con tus planes’. Me dieron una lección. Y ahora me alegro muchísimo de haberles hecho caso”, explica. Un vino que ella misma asocia con la importancia de seguir hacia adelante: “de alguna manera, XF Sierra Cantabria es un símbolo de que la vida continúa. De que hay que superar los momentos difíciles y seguir adelante”, resalta.

Xandra con su padre en una imagen de archivo / Gtres

A pesar de las dificultades, Xandra Falcó asume que la vida continúa y que no se puede parar: “ha sido un año muy duro para muchas personas. Para mí, el campo es muy importante. Dar paseos largos, yo sola, me ayuda pensar. Y mi conclusión es que la vida, por dura que sea, hay que afrontarla”, asegura. La marquesa de Mirabel tiene muy presente a su abuela Hilda, que fue quien le legó su título: “la adoraba, era una mujer increíble que tuvo una vida muy difícil, a pesar de sus evidentes privilegios. Sufrió dos guerras mundiales, una guerra civil, perdió a dos hijos en accidentes inesperados, y siempre fue un ejemplo de fortaleza. Ella insistía en la importancia de la templanza, de respirar hondo, aguantar y seguir adelante. Y yo se lo intento transmitir a mis hijas. Otro referente en mi vida es mi madre, una mujer guapísima, inteligente y con un enorme corazón que siempre está a mi lado para apoyarme”, sostiene.

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