Televisión, Moda y Corazón. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Lleida. Antes, redactora y locutora de informativos en la 'Cadena SER' y redactora de Cultura y nuevas tendencias en 'El Independiente'.
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El nombre y apellidos de Nacho Cano ha vuelto a las primeras filas de la crónica social de nuestro país después de la detención y posterior puesta en libertad del compositor y productor discográfico, hace escasos días, por contratar, presuntamente, a inmigrante en situación irregular para su musical Malinche. Un espectáculo basado en la vida de la esclava nahua conocida como La Malinche que se estrenó en el Recinto Ferial IFEMA de Madrid en 2022, y que será producido próximamente en México con un elenco mexicano. Y con ello, también su vida personal y trayectoria profesional más allá de la polémica.
Nacido el 26 de febrero de 1963 en Madrid, Nacho Cano saltó a la fama por ser miembro de la exitosa banda de pop Mecano, que fundó junto a su hermano, José María Cano, y la cantante Ana Torroja, en los años 1980. Sin embargo, sus primeros pasos en la música se remontan a mucho antes. Desde muy temprana edad, Nacho Cano mostró interés por los acordes, las partituras y el timbre más que por los libros de matemáticas o lengua; y de ahí, que se integrara en un grupo local de rock adolescente llamado Prisma, al que también perteneció Luis Bolín, Eduardo Benavente, ex ponente del punk de lo que se conoce como Movida Madrileña, y Toti Árboles.
A esta experiencia, cabe sumar que mientras formó parte de Mecano, Nacho Cano fue buscado por diversas compañías discográficas y productoraes para colaborar como compositor y productor en el lanzamiento de nuevos proyectos musicales. Entre sus trabajos más destacados de esa época se encuentran los primeros álbumes de La Unión y el popular tema No controles para Olé Olé. Asimismo, Cano produjo el primer y único álbum del trío femenino Magenta, de estilo gótico; y realizó una colaboración experimental con Germán Coppini, ex miembro de Golpes Bajos, y otras de éxito con Alaska cuando ella todavía lideraba el grupo Alaska y los Pegamoides, más tarde conocido como Alaska y Dinarama.
El adiós más difícil de Nacho Cano
Fue en 1998 cuando Mecano anunció su disolución definitiva durante una entrega de premios. Sin embargo, el grupo llevaba rotos seis años, desde 1992, debido a los roces y disputas continúas entre los dos hermanos. «Fue una etapa increíble de mi vida donde aprendí muchísimo pero también en la que sufrí mucho. El motivo de la separación fueron los asuntos personales de Jose en aquel momento, aunque sí que es verdad que como en todas las familias surgen roces», contó Ana Torroja en una entrevista.
El de Mecano fue el adiós más difícil de Nacho Cano, tras el cual llegaron, eso sí, incontables razones de éxito para la carrera del madrileño. En 2003, sin ir más lejos, Nacho Cano compuso y estrenó una pieza instrumental encargada desde el Ayuntamiento de Madrid para conmemorar el enlace entre el entonces príncipe de Asturias, Felipe VI, y Doña Letizia, que fue interpretada por la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dos años más tarde, en 2005, Nacho Cano presentó Hoy No Me Puedo Levantar (El Musical) con la productora Drive Entertainment.
En la trayectoria profesional de Nacho Cano destaca también el encargo desde TVE de actualizar algunas cabeceras musicales, como la del programa cinematográfico Cine Club; su actuación en la plaza Puerta del Sol de Madrid, durante la Nochevieja de 2020 -sin público pero ante las cámaras-, en plena pandemia del coronavirus; o la recepción, en 2021, de la Gran Cruz del 2 de Mayo con motivo del Día de la Comunidad de Madrid, entre otras. Esta distinción le fue entregada en manos de su íntima amiga, Isabel Díaz Ayuso.
Más allá de lo musical, Nacho Cano organiza retiros de yoga. Además, es administrador único de Yogi Songs SL y Laika Records, dedicadas ambas a la editorial de las canciones de Nacho, y a la gestión del arrendamiento y la explotación de inmuebles. Nacho Cano es también miembro del patronato de la Fundación Hispano Judía, cuyo objetivo es la de poner en valor la historia de «los más de 2000 años de presencia judía en España y el legado de la cultura hispanojudía en todo el mundo», junto a otros rostros conocidos tales como Alicia Koplowitz, Juan Luis Cebrián o Mauricio Botton.
La vida personal de Nacho Cano
Nacho Cano ha mantenido una vida personal relativamente discreta y alejada del foco mediático a lo largo del tiempo. Tanto, que desde que se hizo conocido, al compositor se le conocen apenas tres relaciones sentimentales. La primera llegó en los años ochenta y respondía al nombre de Coloma Fernández Armero. Después vino Penélope Cruz, a la que Nacho conoció cuando la seleccionó entre un grupo de jóvenes para que formara parte del vídeo de la canción La fuerza del destino. Entonces, la reconocida actriz, tenía sólo catorce años. Aunque lo suyo no llegó a buen puerto, Penélope Cruz y Nacho Cano llegaron a convivir en el piso que Nacho posee en Madrid, y en otros que tuvo en Ámsterdam o Nueva York.
Tras la intérprete de Jamón Jamón o Madres paralelas, a la vida de Nacho Cano llegó la periodista Cristina Arámbarri, siendo este su último amor conocido.